Hay pasatiempos que generan satisfacción a quien lo practica, pero daños enormes a quienes sufren sus consecuencias. Esto ocurre con el creciente interés de muchos británicos adinerados que viajan a África y dejan una estela de terror en algunas especies.
En los últimos días se ha conocido a través de los medios británicos, la última moda entre los ciudadanos millonarios del Reino Unido.
Visitan sitios en internet que ofrecen viajes turísticos a África, pero no con la finalidad de admirar el paisaje o de disfrutar de la vista de la amplia variedad de fauna que existe en ese continente.
Se organizan safaris con para cazar a los animales silvestres, especialmente la cebra, por quien crece notablemente el interés de estos depredadores humanos.
Presumen en sus redes sociales mostrando imágenes de sus trofeos, da dolor mirar cómo se ufanan sobre el cadáver de lo que fue una hermosa cebra.
Son muchas las personas y empresas que se dedican a esa detestable actividad. El costo aproximado de un viaje es de unos 5.300 dólares por una semana.
En Sudáfrica, en su afán desmedido por captar clientes, se elaboran listas con las distintas especies de animales salvajes que ofrecen para que desahoguen sus instintos asesinos.
“¡Nunca me había divertido tanto con los pantalones puestos!», escribió un cazador británico.
Sus listas incluyen 44 especies, pero la más popular y solicitada por los feroces cazadores británicos es precisamente la cebra de la llanura.
La razón por la que escogen al monocromático animal, es porque cazar una cebra solo cuesta 600 dólares, en cambio otras especies como elefantes o leones son más costosas.
Lo irónico y triste de todo, es que la caza de la cebra no es ilegal en Sudáfrica, los cazadores se justifican en eso y aducen que no están infringiendo ninguna ley.
Esta es una de las causas por las que el número de cebras está disminuyendo de forma alarmante en tan corto tiempo.
Cuando los cazadores regresan a su país, van cargados de sus trofeos, que no son otra cosa que las especies que exterminaron en Sudáfrica, y hasta ahora no hay ningún impedimento para ello.
Muchos funcionarios británicos están haciendo esfuerzos para prohibir la importación departes del cuerpo de cebras al territorio nacional, incluyendo la importación de pieles y alfombras africanas.
«Miro las fotos y me revuelve el estómago», comentó asqueado Zac Goldsmith, ministro de bienestar animal.
Ricky Gervais, Boris Johnson, Eduardo Gonçalves, y muchos otros han levantado su voz para prohibir estas horrendas prácticas.
Según el diario británico semanal Sunday People, las cebras están afectadas cada vez más y su condición empeora.
«Muchos de los animales salvajes más grandes de África ya están sufriendo gracias a la vil industria de la caza de trofeos. Ahora las cebras se han unido a la lista. En abril del año pasado, las cebras fueron clasificadas oficialmente como vulnerables. La especie de cebra de Grévy está clasificada como en peligro de extinción», informó el diario.
Elefantes, rinocerontes, orangutanes, quetzales, vaquitas marinas, tigres, osos polares, osos pardos, manatíes, jirafas, y una lista muy amplia de animales en peligro de extinción por la avaricia y necedad de algunos ¿ahora también acabarán con las cebras y los leones solo por diversión?
Esperemos que no se quede en simples comentarios e iniciativas. Es necesario tomar cartas en el asunto antes de que sea demasiado tarde para esta hermosa especie africana.
Comparte esta dramática noticia con todos tus familiares y amigos, levantemos la voz ante la realidad que viven los animales en Sudáfrica.