Si lo tuviéramos delante, no podríamos creerlo. En la misteriosa e insondable Patagonia argentina se ha descubierto un pequeño dinosaurio alado, una especie de pollo a medio emplumar, con patas semejantes a un raptor, dientes, una larga cola y, como si se tratara de una quimera, unas amplias alas membranosas de murciélago.
El sorprendente hallazgo se llevó a cabo al sur del embalse Ezequiel Ramos Mexía, en la provincia de Río Negro, Argentina. No superaba el metro y medio de altura y, según se supo, la inédita especie habría habitado la Tierra hace 90 millones de años.
Paleontólogos calificaron al animal como carnívoro, asimismo, afirman que puede arrojar mucha información valiosa para comprender la evolución y el surgimiento de las aves. Overoraptor chimentoi es el nombre de este nuevo integrante del grupo de dinosaurios carnívoros denominados paravianos, dada su cercanía con las aves comunes.
Imagen del fósil de dinosaurio alado encontrado
Previamente, se habían hallado dinosaurios que marcaban esta transición hacia las aves. Formas pequeñas, como el Buitreraptor, hallado en otro yacimiento de Río Negro; otras especies de tamaño intermedio como el Unenlagia, de masa corporal semejante a la de un ñandú; y formas mucho más grandes y peligrosas como el Austroraptor.
“Nuestro trabajo muestra que, durante la transición de dinosaurios a aves, estrechamente relacionados estos con ellas, experimentaron una diversidad de estructuras de alas”, dijo relató Federico Agnolin, investigador del MACN-CONICET y de la Fundación Azara.
Si bien no podía volar, sus movimientos semejaban los de los pájaros modernos durante el vuelo. De hecho, este carnívoro habría usado las alas para equilibrarse y correr más fácilmente para atacar a sus presas.
“Este animal poseía una garra muy afilada en el dedo índice de su pie, la cual seguramente le servía para atacar a sus presas, y tenía una pata alargada y grácil, lo que indica que era un animal corredor”, manifestaron quienes llevaron a cabo el estudio.
Por su parte, Federico Agnolin describió sus patas como muy parecidas a las de un raptor, siendo extremadamente largos y robustos los miembros superiores, semejantes a los de las aves que conocemos hoy en día.
Existen dinosaurios con alas y la preservación casi completa de este ejemplar muestra cómo las diferentes estructuras de las mismas (emplumadas versus membranosas) influyen en el esqueleto. Tal parece que el origen del vuelo aviar es más complicado de lo que pensábamos.
Todo lo referente a los reptiles alados es realmente maravilloso. En comparación con otras especies de dinosaurios más conocidas y estudiadas, a los científicos les ha costado un poco más ponerse de acuerdo en lo referente a estas criaturas, debido a que los hallazgos arqueológicos no han sido tan abundantes y esclarecedores.
No obstante, hoy se dispone de bastante información al respecto, y la mayoría de los especialistas coinciden en las características genéricas de los otros reyes de La Tierra, mucho antes que irrumpiesen las primeras aves tal como las conocemos hoy.
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