Andalucía es la única comunidad de España y del mundo entero que albergan en su territorio a la especie de lince ibérico, pero en estos días se han encendido todas las alarmas por los recientes fallecimientos de los linces a causa de atropellamientos en las carreteras de la localidad.
El 8 de julio encontraron el quinto lince atropellado en la localidad, esa vez se trataba de un cachorro hembra. Ahora, otro lince ibérico murió atropellado el 17 de julio en la carretera A-4 en Andújar, localidad perteneciente a Jaén, España.
Este ejemplar se convierte en el sexto lince ibérico que fallece en las mismas circunstancias desde que, a principios de enero de este año, ocurrió el primer caso de atropello en la carretera A-421 en Adamuz, Córdoba, y un día después apareció otro lince en Montoro, también en Córdoba.
Estos casos se detuvieron hasta principios de abril cuando ocurrió otro caso en la carretera A-301, en Guarrizas, también en Jaén; y después, a mediados del mismo mes, apareció en la carretera A-4, en un tramo localizado entre Andújar y Bailén, dos localidades de Jaén, el cuarto cadáver de lince.
La sexta víctima fue una hembra y no estaba radiomarcada por el programa de protección al lince ibérico: Iberlince. En los casos en los cuales el lince hallado no se encuentra radiomarcado, Iberlince insta a la comunidad a que llamen al 112 al encontrarse con un lince ibérico herido o muerto para que se active el protocolo adecuado y obtener la información máxima de lo ocurrido.
Los linces ibéricos, o Lynx pardinus en su nombre científico, es una especie protegida y en peligro de extinción; es por eso que, con mayor alarma, estos casos tan frecuentes ponen en alerta a todas las organizaciones protectoras de animales, a programas como Iberlince y también en Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía y buscan la mejor manera de evitar que esto suceda nuevamente.
Gracias a varios programas de conservación, los linces ibéricos pasaron de tener 100 ejemplares en el 2002 a 400 en el 2016. Por esa razón, los conservacionistas e instituciones en pro de los linces ibéricos lamentan que estos registros efectivos en la mantención de los linces se reduzcan por la imprudencia al conducir de su comunidad. Todos los vecinos de Andalucía se muestran igualmente preocupados y esperan que no vuelvan a suceder casos iguales.
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