Los perritos no dejan de sorprendernos, sus ocurrencias y travesuras son la alegría del hogar. Y un travieso can sabe cómo sacar sonrisas a las personas que pasan cerca de su casa, su risueño rostro aparece donde menos se lo esperan.
Ama hacer nuevos amigos
Rigby es un encantador y vivaz perro de tan solo un año de edad que vive felizmente con Courtney Poole y su esposo, Evan. Le encanta jugar y divertirse a sus anchas, puede pasar el día de un lado al otro husmeando lo que lo rodea.
La pareja está muy contenta con un buzón que colocaron dentro del porche, así el correo estará bien seguro sin posibilidad de pérdida. Lo que no tuvieron en cuenta es que a Rigby le encanta tanto o más que a ellos, pero por motivos distintos.
Ama el nuevo buzón
Al sociable lanudo le encanta asomarse para saludar y socializar un poco con los transeúntes y los otros animales que pasan, y nada mejor que el útil artefacto para meter su cabeza adentro y sacarla al exterior, mientras mueve risueño su colita.
“Hay mucha gente que sale a pasear con sus mascotas en nuestra calle y él siempre se emociona mucho”, dijo Poole. Ha sacado la cabeza tratando de ver lo que hay ahí afuera todo el tiempo que pudo», afirmó Courtney.
Cuando era un cachorrito sus padres lo pasaban de un lado a otro del buzón, pero ahora con 32 kilogramos por más que lo desee no podría, el perro se conforma con asomar su cabeza ante la sorprendida mirada de todos, no todos los días pueden ver un perro dentro de un buzón.
«Evan y yo nos lo pasábamos a través del buzón. Seamos honestos, es lindo abrir tu buzón a un cachorro acostado en él», confesó la madre.
Al principio sorprendía al cartero, que al verlo ocupando su espacio de trabajo no sabía cómo hacer para introducir el correo de la familia. Evan lo instaba con cariño a que se saliera, pero con el pasar los días el cartero y el antojadizo animalito aprendieron a lidiar con su sitio común sin que nadie intervenga.
“Rigby normalmente solo está en el porche cuando estamos, lo cual es un par de veces al día, así que solo sorprende al cartero una vez. El cartero estaba comprensiblemente receloso y Evan tuvo que moverlo y retroceder para que nuestro correo fuera entregado. En realidad, estaba bastante tenso por un segundo», dijo la comprensiva Courtney.
Es el más lindo de todos
El carismático animal se ha dado a conocer por todos en el vecindario por ser tan dulce y cariñoso, y parece estar decidido a hacerse amigo de todo lo que respire y pase frente a él. Ya se ha convertido en una costumbre, lo miran, se detienen un poco en la acera y le sonríen.
Esperemos que el inquieto perrito cuide su dieta si quiere seguir asomándose por el buzón, y así seguir regalando alegrías.
A cualquiera le puede alegrar el día pasar por la casa de este adorable perro y verlo a través del buzón, él es la mejor correspondencia. Compártelo.