Los humanos lamentablemente somos expertos en juzgar las primeras apariencias sin parar a pensar lo que hay detrás. Y en ocasiones, hasta los inocentes animales caen dentro de esas duras críticas.
Es lo que les sucedió a los dueños de un perro llamado Osiris, cuando decidieron abrir las puertas de su hogar a una dulce bebé, que aparentemente no tenía nada que hacer junto a un perro: Riff, la ratita.
Osiris es un pastor holandés de 3 años que fue rescatado tras un duro pasado
El perrito había sido abandonado en un estacionamiento cuando era solo un cachorro, en Detroit (Estados Unidos). Y desde entonces, tuvo una segunda oportunidad en un hogar lleno de amor.
La familia poco a poco fue adquiriendo otros animalitos rescatados, cuando se enteraron del drama que vivía Riff en una tienda de mascotas especializada en reptiles, supieron que debían hacer algo.
Riff tenía apenas 3 semanas de nacida cuando los dueños de Osiris la llevaron a casa
Al principio, sus dueños dudaron un poco en presentar a la pareja por razones obvias, realmente estaban confundidos sobre cómo reaccionaría Osiris y si no se la tragaría en un solo bocado.
Pero todos los temores se desvanecieron al ver la inmediata conexión entre ambos.
Además, Osiris ya era un experto anfitrión en acoger todo animalito rescatado que traían sus dueños, por lo que no dudaron que esta vez no sería diferente. De hecho, el perrito ya había sido entrenado para ser un incondicional perro de terapia.
Riff era tan pequeñita que aún no había abierto los ojos y necesitaba que la alimentaran con una jeringa, pero afortunadamente sus padres adoptivos tenían al mejor cuidador canino. Ahí empezó su bonita amistad.
Así que Osiris y Riff no tardaron en convertirse en mejores amigos a pesar de la gran diferencia de tamaño que podía haber entre ellos.
Sus dueños comenzaron a documentar toda la historia de Osiris junto a sus amigos rescatados en Instagram, pero desde luego que la conexión con Riff no se comparaba con ninguna otra.
«Esto es súper típico. A Riff realmente le gusta lamer el interior de la boca de Osiris. Estoy seguro de que todos se están preguntando si tenemos miedo de que Osiris se coma Riff ¡NO! Osiris ha ayudado a criar y cuidar a docenas de animales y es el perro más gentil que he conocido», escribieron en Instagram.
Pero si bien la historia enamoró a millones, no faltó la avalancha de críticas de quienes pensaban que era temerario y que además era «asqueroso tener una rata como mascota».
De modo que los dueños del par de amigos se vieron en la necesidad de dar una detallada explicación, en una publicación que no tardó en hacerse viral callando muchas bocas:
«Sí, las ratas son buenas mascotas. Son inteligentes, cariñosas y limpias. No son asquerosas. Por favor, deja de dejar comentarios desagradables diciéndonos que matemos o torturemos a Riff. El mundo no necesita más negatividad», escribió su dueño.
Después contó que la rescataron porque se enamoraron de ella. «Sabíamos que iba a morir como comida de serpientes».
Con respecto a Osiris, aclararon que «está especialmente entrenado para ser amable con los animales pequeños y ayudar a mantenerlos calientes si son demasiado pequeños para mantenerlos sobre una almohadilla térmica».
Sin embargo, pensó que debía ser responsable y difundió un mensaje adviritiendo de que ese caso no era normal:
«POR FAVOR, no adoptes una rata sólo para que se haga amiga de tu perro porque has visto estas hermosas fotos. La adopción de mascotas debe pensarse detenidamente. La mayoría de los perros se comerán una rata tan pronto como la vean.
«Somos rehabilitadores de animales con licencia y padres adoptivos experimentados. Una amistad así no debe intentarse a menos que conozcas el temperamento exacto de tu perro y haya sido entrenado», concluyen.
Si esta relación de amistad entre un perro de gran tamaño y una pequeña rata te parece tan rara como adorable, no dejes de compartirla con tus amigos.