Cuando menos lo esperamos, en nuestro camino se cruza alguien que nos cambia la vida o que se queda siempre en nuestros corazones, y no solo nos pasa a las personas, los animales también pueden tener almas gemelas.
Durante unas vacaciones, Traolach Ó Buachalla fue con su perrito y compañero Buster, de Dublín a la península de Dingle, en Irlanda; se dirigían a la playa cuando una nueva amistad surgió. Buster conoció a Jack, un burrito encantador y con un carisma aparentemente irresistible, fue como amor a primera vista y desde ese entonces dejaron un trocito de sus corazones en el lugar.
La vida de Buster era aún más feliz que antes desde que descubrió a su gran amigo Jack.
Y por supuesto, una historia de amistad como esa no podiía terminar en ese encuentro, luego de ese viaje Traolach y su perrito han regresado cada año al mismo lugar para visitar a Jack. Y la amistad sigue intacta, siempre que Jack y Buster se encuentran es tan mágico como la primera vez, son realmente cariñosos el uno con el otro. Además, este año el burrito tenía algo muy emocionante que contar, se había casado y ahora tenía una hermosa compañera llamada Jill.
Jill también simpatizó con Buster de inmediato, entendió perfectamente la amistad entre los chicos y se integró.
TheDodo
Buachalla asegura que es muy tierno verlos; ellos comparten, juegan y son cariñosos entre sí, es una amistad genuina en las que la especie y el color no importan, ellos simplemente sienten afinidad y dejan fluir sus emociones. Es incluso más interesante verlos ahora que Jill está presente, ellos no demuestran celos, solo son los mejores amigos. Esperamos que esta amistad continúe durante muchos años más, será realmente hermoso.
Comparte esta historia para que muchas personas puedan ver que la amistad no discrimina.