En las redes sociales solemos encontrar muy buenas noticias, y es que muchas personas alrededor del mundo se encargan de hacer que la vida sea mejor para los seres más necesitados.
Y es que, sin importar las circunstancias, el mundo entero es capaz de unirse para ayudar a quien lo requiere. Como es el caso de los desastres naturales que puede afectar a miles de vidas. Un claro ejemplo fue el Huracán Harvey ocurrido en el 2017, en los Estados Unidos.
Para ese momento, Harvey se había convertido en uno de los huracanes más intensos en llegar al país causando grandes destrozos materiales y humanos; sin embargo, pocas veces se tomó en cuenta las vidas animales que este devastador huracán tomó y los miles de amigos peludos que fueron afectados por este mismo.
Aunque parecieron ser olvidados, siempre hay buena gente que tomó la decisión en salvaguardar las vidas de los animales que corrían riesgo ante el huracán. Muchas organizaciones participaron ante el rescate preventivo de animales, pero no todos pudieron ser rescatadas quedando indefensas ante Harvey.
Después de pasar el huracán, muchos animales fueron víctimas de este, y otras más quedaron solos y a la intemperie. Los animales huérfanos solían acompañar al cuerpo fallecido de su madre, con la esperanza de que esta volviera a despertar; lamentablemente, nunca sucedería.
Pero ante los terribles hechos, la esperanza era recobrada cuando los pequeños animales eran rescatados para brindarle asistencia médica y emocional. Así empezó la historia de una pequeña becerra que fue hallada junto a su madre por una pareja de rescatistas.
La rescatista no sabía qué podía hacer con una cría de vaca y le comentó a su hermano Nick, ya que él y su esposo tienen un gran patio trasero, y a Nick le pareció una gran idea alojar a la becerra.
Nick llamó Harvey a la becerra, el mismo nombre que recibió el huracán que acabó con todo lo que conocía. De esa manera, la vaquita llegó a la familia que le abriría las puertas de su casa y de su corazón, especialmente el del integrante más pequeño de la familia quién se convertiría en su mejor amigo.
Wyatt, el hijo de Nick, se convirtió en el compañero de aventuras de una pequeña becerra que triplicaba su tamaño, pero que siempre estaba allí para acompañarlo en sus paseos, dándole cariño e incluso sirviendo de cama para el bebé.
Sin embargo, esta peculiar amistad no permanecería unida por siempre porque mientras el tiempo pasaba Harvey crecía muchísimo, lo que limitaba sus paseos. Así que Nick y su esposo se inspiraron y crearon una granja especial para los animales que se encuentran en momentos difíciles como el abandono.
Ambos fundaron el Wyatt’s Second Chance Ranch, para encontrar nuevos amigos como Harvey. Y tienen como misión rehabilitar a los animales y después ubicarlos en un hogar definitivo. Puedes donar a su causa aquí.
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Afortunadamente, al poco tiempo encontraron el santuario perfecto para muchos de sus animales, incluyendo a Harvey, el Austin Farm Sanctuary, un lugar espacioso, con muchos animales de granja, destinados a tener una vida sana y divertida. Además, al santuario acababa de llegar una pequeña vaquita de 2 años, llamada Rosie, que sería la compañera de Harvey.
The Dodo / Instagram
La familia decidió trasladar a Harvey hasta el santuario animal, pero fue un episodio muy triste para todos la despedida; de hecho, Harvey lloró cuando notó que su familia se marcharía. Sin embargo, su vida en el santuario transcurre con normalidad y además recibe las visitas de su familia frecuentemente, lo que la hace muy feliz.
Harvey ha demostrado que los lazos de amor y amistad suceden en cualquier momento de nuestra vida, incluso en los tiempos más difíciles. Esta becerrita y sus amigos lograron cautivar a las redes sociales con las fotografías de sus aventuras.
Puedes seguir las aventuras de Harvey y de Nick en su perfil de Instagram.
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