Un veterano de guerra junto a dos amigos expuso su vida al evacuar a un león y un lobo desamparado en medio de los bombardeos rusos en Ucrania.
En el último mes el mundo ha vivido un panorama convulso, especialmente en Europa, debido a la invasión de Ucrania y con esto, el dolor y la pena ha embargado a millones de vidas. Pero no solo los humanos han quedado desprotegidos, sino los animales también.
Tres amigos arriesgaron su vida en una operación peligrosa para salvar a dos criaturas salvajes
Se trataba de un león llamado Simba y un lobo, que habían quedado desamparados en la destruida sede de un zoológico.
Este héroe es el veterano de 45 años Tim Locks, quien se encontraba en la ciudad de Lviv haciendo labores humanitarias con las personas más afectadas por la guerra antes de emprender el rescate de los animales.
Unos conservacionistas ambientales le comentaron al veterano sobre las dos criaturas y Tim decidió ayudar.
Aunque estaban ubicados en Zaporizhzhia, un punto de alto peligro debido al conflicto, el veterano junto a dos amigos decidió que era necesario armar toda una logística para salvar a los animales y trasladarlos hasta la frontera con Rumania.
Pero el asunto además de riesgoso significaba una buena inversión de dinero, por ese motivo Tim decidió iniciar una campaña y encontrar todos los recursos necesarios.
Alimentos, agua y las máquinas para el traslado.
La misión duró 4 días y el veterano y su equipo recorrieron casi 2.000 kilómetros, hasta llegar a las ruinas del zoológico. Durante este tiempo los chicos debieron intercambiar turnos al volante.
Aunado a todo ese agotamiento, el veterano debía actuar con rapidez pues a menos de 20 km se encontraban las bases rusas que dominan el sureste del país.
Pero para Tim todo valía la pena, con tal de poner a salvo a Simba y el lobo.
En total fueron necesarias 3 horas para la remoción de los animales. El veterano utilizó una grúa para mover las jaulas de los animales y utilizaron una camioneta Ford Transit de larga distancia, en la que dejaron la carga de animales vivos y comenzaron a conducir hasta la frontera del país.
La idea era entregar al león y al lobo a los responsables de un zoológico romano en la ciudad nororiental de Radauti, donde las criaturas estarían a salvo.
Por suerte, el veterano logró su cometido.
Tim es un veterano de Irak, y estaba en Lviv en el momento en que explotó el conflicto. Pero además es un amante de los animales y esto lo llevó a liderar el rescate.
“Cuando salimos de la ciudad nos dieron una escolta policial, las sirenas de ataque aéreo estaban sonando y solo teníamos 35 minutos antes de que comenzara el toque de queda. Nos recordábamos mutuamente que teníamos un león y un lobo en la parte trasera de la camioneta mientras conducíamos y mirábamos hacia atrás para ver dónde estaban, justo sobre nuestros hombros».
El cruce de la frontera tampoco fue sencillo, puesto que el equipo debió dejar a su interprete en Ucrania debido a la ley marcial que impide a los hombres abandonar el país. Durante la carretera fueron detenidos por soldados y el veterano debió mostrarle a los animales que llevaba en la parte trasera para que creyeran su historia.
El asunto les parecía irreal pero la verdad es que para Tim era necesario ayudar a Simba y a ese lobo, así que no se daría por vencido:
El veterinario no puede creer la hazaña que alcanzó junto a sus amigos, pero muchas oraciones estuvieron de su lado.
«Nadie pensó que lo lograríamos. Pero logramos meter al león y estaba feliz. Llevamos al lobo de una sola vez y sacamos la jaula y cerramos la puerta y todo estaba lleno de té y galletas, y todos preguntaban cómo nos las arreglamos para hacerlo», contó Tim.
Ahora el equipo planea volver a Ucrania con la intención de seguir ayudando a tantas personas necesitadas. Este veterano no planea descansar hasta evacuar a todos los que sean necesarios.
En una última publicación, Tim escribió:
«Acabamos de recibir noticias del zoológico en Rumanía y es increíble escuchar que tanto Simba como Akela se están instalando bien. Ambos están comiendo y bebiendo mucho y disfrutando de un tiempo de «relajamiento» después del largo viaje».
Que la suerte esté siempre del lado de la gente que trabaja por hacer el bien, porque entre tanta maldad los buenos luchan por ayudar.