Hay criaturas cuyo inicio por esta vida resulta bastante difícil, pues desde muy temprano están expuestas a las más duras pruebas. Ejemplo de ello son los animalitos que viven en condición de calle pero algunos nos dan las más tiernas sorpresas, como es el caso del siguiente gatito que queremos presentarte.
Realmente son dos hermanitos que nacieron en la calle y uno de ellos tenía una condición lamentable: su piel estaba prácticamente pegada a sus huesos.
El amor de una buena samaritana logró sacarlos adelante.
Los hermanitos son Wild (el felino gris) y Brave (el gato atigrado), su rescatista Sara Tiedeman es una técnica veterinaria que trabaja como voluntaria en un refugio.
Cuando la mujer los vio llegar en terrible estado, especialmente a Wild, no pudo dejar de conmoverse y compadecerse por ellos.
Los pequeñines necesitaban su ayuda.
Sara pasó los siguientes días del rescate pendiente de los pequeños y Wild se ponía siempre de pie cuando la veía llegar con la comidita; así que poco a poco fue ganando peso.
Ella hizo todo lo posible por sacarlos adelante.
El primer mecanismo de alimentación para estos hermanitos fue mediante sonda y después el biberón.
«Tuve que alimentarla con sonda durante un par de días antes de que pudiera descubrir cómo prenderse. Ella está tan feliz y yo estoy muy orgulloso de ella”, expresó Sara respecto a Wild, pues era el felino con más problemas.
Cuando la bolita de pelo gris sentía que estaba llenita, se iba a su camita para acurrucarse con su hermanito. El par de compañeros logró superar juntos un hito tras otro y pronto Wild dejó de ser esa gatita tan pequeña que cabía en la palma de una mano.
Con una generosa mano, estos pequeños han logrado salir adelante.
Brave también conquistó el corazón de Sara, aunque demostró ser menos travieso que su hermano pero igual de consentido.
«¡A Brave le gusta acurrucarse en mis pantalones como si fuesen una hamaca, mientras Wild está por todos lados! Son tan opuestos por sus personalidades. Porque Wild está siempre listo para la fiesta y Brave está siempre listo para acurrucarse», expresó Sara.
Dada su profesión y el trabajo de voluntariado que realiza en diferentes organizaciones, Sara está acostumbrada al contacto constante con diferentes animalitos y son muchas las historias que le han conmovido. No obstante, a esta técnico en veterinaria le encanta presumir los grandes avances que Wild y Brave han dado.
Por ahora, Sara es su mamita temporal pero espera encontrar a una familia adecuada para reubicarlos a un hogar para siempre.
La chica espera que los hermanitos se conserven juntos y celebra su recuperación, comparte esta historia y recuérdale al mundo la satisfacción que genera hacer el bien.