Primrose es una linda gatita que no duda en acudir a cualquier desconocido para pedirle mimos. Como era muy aventurera, siempre salía un rato por los alrededores de la casa y luego regresaba tranquilamente a comer y a pedir más mimos de su familia. Su dueña, Claire Isaac, jamás se imaginó que hubiese personas malvadas dispuestas a aprovecharse de la inocencia de la pequeña felina para hacerle daño.
“Ella adora saltar por todos lados y se acerca a cualquiera para pedir amor”.
Un día, cuando llegó del trabajo, Claire se dio cuenta de que la gatita tenía un comportamiento muy extraño. En lugar de mostrarse tan cariñosa como siempre, estaba completamente reacia a dejar que nadie la tocara. Se alejaba a toda velocidad de cualquier humano y a Claire no le quedó más opción que encerrarla para poder averiguar qué era lo que sucedía.
Claire y su gatita viven en la ciudad de Llwynhendy en Gales.
Fue entonces cuando descubrió la terrible injusticia. Alguien le había puesto pegamento por todos lados y se encontraba especialmente afectada en uno de sus ojos. A mitad de la noche, Claire se dirigió al veterinario sumamente angustiada. Allí le dijeron que el pegamento había llegado a gran parte de su ojo y le estaba produciendo serias quemaduras.
El tratamiento de Primrose tuvo un costo de casi 200 dólares.
Tuvieron que anestesiarla por completo, cortar parte de su pelaje e ir quitando poco a poco el pegamento que tanto daño le estaba haciendo. La gatita estaba sometida a un terrible dolor, pero gracias al maravilloso trabajo de los veterinarios pudo salvar su ojo. Sin embargo, la vida ya nunca volverá a ser la misma para ella y Claire.
“Estoy desconcertada. No entiendo cómo alguien puede hacer algo tan terrible a un animal”.
Durante los siguientes días la gatita permaneció en observación. Al día siguiente otra parte del pegamento continuó cayéndose. Ha logrado salir de este terrible incidente con una quemadura y menos pelaje en la zona de su ojo. Gracias al hecho de haber recibido atención médica de inmediato, pudo recuperar la vista y con el tiempo volverá a retomar sus aventuras.
“Ella ya es tan feliz como antes pero yo nunca podré dejarla que vaya a la calle sola”.
Levantamos la voz en contra de este inaceptable trato a animales inocentes. Esperamos que se llegue al fondo del asunto y que la dulce Primrose continúe recuperándose.
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