La solidaridad y vocación de servicio son características que en ocasiones parecen haberse perdido entre las aceleradas dinámicas del mundo moderno, pero aún existen espíritus nobles y tiernas almas que nos recuerdan lo satisfactorio que resulta poder ayudar.
Un perrito color chocolate llamado Eros es un ejemplo claro de los valores que deben rescatarse en este mundo, este pequeñín está haciendo algo extraordinario por todos en estos tiempos de pandemia.
Si te preguntas qué podría hacer un perrito por otros espera conocer esta historia.
Eros vive en la zona de Robledos en el estado de Medellín, Colombia, y se ha hecho famoso entre su comunidad por su destacada labor como repartidor.
En estos tiempos de extremos cuidados para prevenir contagios por COVID-19, el labrador de 8 años no ha descansado y todos los días salía a entregar las compras de sus vecinos.
Su dueño, Mauricio López, está orgulloso y encantado con el servicio que presta Eros a todos los vecinos. El can trabaja directamente en una tienda de la comunidad y se encarga de entregar cada una de las compras hasta la puerta de la casa de sus clientes.
Eros trabaja con esta canastita.
El trabajo de Eros tiene enamorados a todos en la comunidad y su historia se ha vuelto viral pues más de uno desearía tener a tan hermoso repartidor en casa.
“Es algo increíble porque imagínese en este tiempo de pandemia, nos hace el domicilio y hacemos la transferencia. Muy bonito. Son más inteligentes los animales que una persona”, dijo Yurany Suárez, una vecina de Robledos.
Pese a todo el cariño que Eros ha despertado, el indefenso animal fue recientemente blanco de un vil acto que ha consternado a todos. El labrador color chocolate fue asaltado y le quitaron su instrumento de trabajo.
Alguien se aprovechó de la candidez de Eros.
No podemos imaginar quién haya sido capaz de aprovecharse de la nobleza de Eros pero tristemente así ha ocurrido.
“Él iba con mi mamá a entregar un pedido, ella por alguna razón se devolvió y él detrás dejó la canastilla con el pedido, que era un cartón (10 cajetillas) de cigarrillos. El ladrón se llevó la canastilla y dejó los cigarrillos. Menos mal no le hicieron nada. Realmente fue un descuido que aprovecharon para robarle la canastilla”, declaró Mauricio.
Aunque el hombre ya compró otra canastilla para reponer la que fue robada, no hay justificación para que este tipo de cosas sucedan. No sabemos si realmente lo ha hecho una persona peligrosa o algún adolescente al que le pareció gracioso burlarse del perro, pero de igual manera es un acto repudiable.
Mientras este animalito usa toda su inteligencia y habilidades por ayudar a las personas durante la pandemia, alguien con un corazón cruel decidió aprovecharse de su nobleza.
Sin duda este hecho deja en evidencia cuál es la especie menos sensata en este caso, pero aun así Eros está listo para retomar su labor con la nueva canastilla que le compró su dueño.
Eros es un ejemplo de lo leales que pueden ser estas criaturas y merece todos nuestros aplausos por su labor, comparte su historia y envíale tus felicitaciones.