Es posible que en más de una ocasión hayas escuchado que los perritos son como un miembro más de la familia, sin embargo, hay quienes no comprenden lo que esto significa y los tratan de la peor manera.
Son muchos los perritos que en este momento están pasando por una terrible situación, víctimas de tratos injustos o intentando sobrevivir en la intemperie de la calle.
Cada perrito callejero tiene una historia de dolor y tratos injustos.
Algunos son rescatados y deben enfrentar un largo proceso de transformación, muchos logran ser adoptados, otros, pasan años en refugios esperando que alguien les cambie la vida.
La perrita estaba completamente desnutrida, sus ojos pedían consuelo.
Ángel es uno de esos perritos que estaba al borde de la muerte, fue rescatada cuando creía que todo había terminado, su corazón cada vez latía con menos fuerza, solo basta ver su carita pasar sentir el dolor en que estaba sumergida y el miedo que la invadía.
Por mucho tiempo fue cruelmente maltratada, no sentirse amada la había hecho una perrita desconfiada.
Lamentablemente muchos perritos viven en hogares desorganizados sin recibir la atención que merecen.
Por suerte, su destino cambió cuando un grupo de personas decidieron rescatarla y hacer lo posible para salvarla.
Debido a su estado crítico no se sabía si lograría sobrevivir este nuevo proceso, las personas que la rodeaban se encargaron de cumplirle un estricto tratamiento donde el amor y la paciencia eran fundamentales para ver resultados.
La perrita recibió una dieta semisólida para que pasara lentamente por su garganta.
Ángel comía cantidades mínimas, estuvo por mucho tiempo con tratamiento intravenoso con antibióticos y medicamentos para el dolor.
Cada día sus rescatistas la alentaban con tiernas palabras y suaves caricias, la perrita fue respondiendo satisfactoriamente llenando del corazón de alegría de sus ángeles.
La eutanasia no fue una opción para esta perrita que decidió luchar.
Pasó mucho tiempo en Rescue From The Hart, uno de sus voluntarios comenta:
«Le prestamos nuestra fuerza, hasta que un día encontró la suya”.
Y así fue, a las semanas la perrita logró levantarse sola, se sentía amada y motivada, sabía que había personas que la querían ver completamente sana y feliz.
Ella decidió luchar y sacar su fuerza interior para demostrar que a pesar de todo el dolor por el que pasó también merece vivir.
Pronto Ángel ganó peso, su cuerpo comenzó a cambiar luciendo saludable.
Una vez que logró superar esta difícil etapa sus rescatistas le encontraron un hogar donde reina el amor y entienden el verdadero significado de tener una mascota en casa.
¡Imposible contener las lágrimas!
Ángel no solo cuenta con personas maravillosas a su lado, también hizo amigos en su nuevo hogar donde disfruta correr y llenar de alegría la casa.
Historias como las de Ángel merecen ser compartidas, para que todos conozcan el increíble trabajo que hacen los grupos de rescate. No se trata solo de donar dinero sino hacer pequeñas acciones que hacen la diferencia. Adopta y cámbiale la vida a un perrito.