Los meses más duros para un refugio son los primeros del año. Es habitual que dueños insensibles e irresponsables, después de la novelería de que llegara a casa un perrito como regalo por Navidad o Reyes, terminen desechándolos como si de un objeto viejo se tratara.
Pero ahora, en los países en los que el confinamiento empieza a representar una dura carga emocional para mucha gente, se están dando cifras de abandono de mascotas realmente aterradoras.
La excusa es que tras permanecer tantas horas encerrados con sus perros «ya no los aguantan»
Ciertamente, expertos hablan de que la verdadera pandemia más difícil que el propio coronavirus, es la que está viniendo como consecuencia: la crisis econonómica, la ansiedad, y el estrés por el encierro, las relaciones de pareja desgastadas, etc.
Y tristemente, los perritos están pagando los platos rotos de toda esta grave situación sanitaria mundial.
Cada día llegan más y más perros a los refugios con el corazón destrozado porque sus dueños se cansaron de ellos.
La situación límite se produce porque como es lógico, ellos también sufren el encierro, y empiezan a mostrar su estrés derivando en problemas de comportamiento, como ser hiperactivos, demandar más atención, ladrar más de la cuenta, o simplemente destruir todo lo que ven, a manera de juego.
Dependerá de los dueños armarse de paciencia – como con los hijos- pero sobre todo de mucho amor, para aprender a manejar esta situación poco habitual y dedicarles el tiempo que merecen, sacarlos a pasear más veces, aunque sean pocos minutos, o simplemente hablarles.
Verás que con cariño, incluso entenderán.
Pero lo que jamás justificaremos es que muchos acudan a la vía cómoda y cruel y los abandonen para siempre.
Además de las altas cifras de abandono, está otra grave situación y es que durante la pandemia muchos dueños relevan el cuidado de sus perros a un segundo plano. Como es el caso de vacunas, revisiones periódicas o corte adecuado de pelo.
Por este motivo, adiestradores caninos cuentan que ahora más que nunca reciben llamadas de dueños desesperados. Ellos recomiendan que los dueños inventen juegos mentales para sus perros para sustituir las caminatas y que aprendan a desarrollar el olfato y sus reflejos. Eso les dará mucha tranquilidad.
«Es mucho más importante y necesario el estímulo mental, el trabajar el olfato…el hacer que piense y que no solo mueva su cuerpo», dijo Mónica Corchado, educadora canina del Instituto DogCoaching.
Pero por sobre todas las cosas, lo que los perritos simplemente necesitan son dueños comprensivos, y que les brinden amor en esta dura etapa para todos. Los refugios están abarrotados y su destino en caso de que las personas decidan enviarlos allí, podría ser la muerte segura.
Por el contrario, puede ser incluso la ocasión perfecta para que las personas vayan a los refugios y decidan darle un hogar a cualquier perrito que sus crueles dueños abandonaron porque se cansaron de ellos.
¡Comparte esta noticia para crear conciencia! Ellos jamás nos abandonarían hasta en los peores momentos de nuestra vida, ¿por qué nosotros sí?