Si bien a algunas personas les cuesta ayudar a los animalitos de la calle, otra cosa, muy diferente es que el estado prohíba que las personas ayuden a los animalitos callejeros. Esta noticia por irracional que parezca es real y se está ejecutando en el municipio de Santa Catarina, Curitiba-Brasil.
El gobierno ha estipulado en su ley 217/2019 que los animalitos de la calle no pueden recibir ni agua, ni comida, ni ningún tipo de cuidado que favorezca su bienestar.
Esta medida es inhumana y despiadada.
Como si fuera poco, quienes tengan perritos muy ruidosos y ladren con frecuencia sus dueños tendrán que pagar una multa de miles de dólares, una extrema medida que deja en evidencia la poca solidaridad e insensibilidad de quienes gobiernan.
Esto sin duda, resulta incomprensible, no brindarle ayuda a los perritos y gatos desamparados o cualquier otro animalito que lo necesita es simplemente inaudito, solo seres sin buenos sentimientos pueden pensar en tomar una medida que pone en riesgo la vida de cientos de animalitos inocentes.
Quienes tengan mascotas ruidosas deben pagar 4.200 dólares
Según lo estipulado, queda prohibido ayudar a los animalitos vulnerables en las calles, plazas o cualquier espacio público.
Aunque esta medida entró en vigencia el año pasado, no fue sino hasta este año que se está haciendo cumplir y han empezado a asignar grandes multas como manera de presionar a quien desee realizar cualquier gesto de solidaridad con los animalitos de la calle. Por mucho que duela, ayudar queda prohibido.
Las autoridades alegan que ancianos y niños habían sido atacados, por ello tomaron esta cruel medida.
Las multas pueden variar según las intenciones de ayudar a los peluditos. La señora Doña Ivanilda Alves fue multada con $ 50 americanos por darle comida y caminar con los animalitos desamparados.
La señora comenta al respecto:
“Lo que he visto es una situación lamentable. En los barrios los perros están sufriendo, desnutridos, hambrientos y sedientos. Falta de vacuna, falta de comida, falta de agua, que sería muy importante para ellos, falta de castración”.
Doña Ivanilda junto a otros familiares y vecinos ayudaban algunos perritos dándoles alimentos sin ser descubiertos, pero debido a la pandemia sus ingresos han disminuido y no pueden asumir grandes multas en tiempos tan inciertos y difíciles.
Esta nueva ley ha creado desconcierto entre aquellos que apuestan que todos los perritos tengan las mismas oportunidades y calidad de vida.
Muchos perritos están desamparados en medio de esta pandemia.
Las autoridades en forma de defensa han declarado que los perritos callejeros estaban siendo agresivos representando un riesgo para la población.
También señalaron que la secretaria de agricultura y medio ambiente estaba recogiendo a los animalitos y los trasladaban a varios refugios hasta que fueran adoptados.
En esta zona del país es vidente el rechazo que sienten por los peluditos.
Es lamentable que las autoridades tomen medidas tan extremas solo por ayudar a estos peluditos seres de luz que solo desean ser amados.
Deseamos estas medidas cambien lo antes posible y juntos podamos transformar desde el amor y la unidad la vida de los más vulnerables.
La vida de muchos de estos peluditos depende del cuidado diario y del amor que recibían de verdaderos amantes de los animales. En ningún lugar del mundo ayudar debe ser prohibido. Comparte esta historia y seamos la voz de aquellos que en silencio, suplican por ayuda.