Es muy preocupante la situación de algunos animales de la vida silvestre que se encuentran en extinción y otras aún no están en esta lista pero que pronto podrían estarlo.
Tal es el caso de los osos polares, cuya población de esta extinguiendo por culpa de los llamados cazadores de trofeos.
Estos cazadores son personas adineradas que pagan miles de dólares a otros que viajan a lugares exóticos para cazar animales a los animales más raros del mundo.
Los cazadores de trofeos exhiben las cabezas y la piel de estos animales para decorar sus casas y sacarse fotos como pruebas de su supuesta hazaña.
Estos viajes pueden costar cerca de 30 mil dólares por 12 días de “una divertida aventura”. Con los cazadores viajan fotógrafos para documentar el “gran logro” y taxidermistas para remover las pieles de los animales asesinados que después son vendidas hasta por 200 mil dólares.
Estos despiadados cazadores están dejando a la población de estos animales sin genes para su reproducción tras pagar miles de dólares para acabar con los osos más grandes y fuertes.
Los defensores de los animales advierten que esta terrible situación sumada al calentamiento global podría hacer desaparecer esta especie en menos de 50 años.
Ole Liodden, es un fotógrafo profesional de la vida salvaje que ha pasado su vida documentando a estos animales.
Su trabajo evidencia la lucha por su supervivencia tras buscar desesperadamente alimento, protegerse de las altas temperaturas y huir de los cazadores.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza la población de estos animales que habitan en la naturaleza no supera los 25.000, pero ese número podría reducirse en dos tercios a mediados de siglo si el Ártico continúa calentándose.
Es cierto que el clima ha influido en la situación de esta especie, pero el gran peso de las muertes de los osos polares en los últimos 30 años es atribuible a la caza insostenible.
Estos números son muy alarmantes, y no entendemos como pareciera no afectar a quienes pagan miles de dólares para cazar a los pocos ejemplares que quedan para satisfacer intereses personales.
Desde 1960 hasta el día de hoy los cazadores han acabado con más de 50 mil osos polares, más del doble de los que hoy sobreviven en la naturaleza. Desde el 2007 al 2016 estos despiadados acabaron con 9 mil osos, y si la tendencia sigue la especia podría desaparecer en menos de 50 años.
Ole levanta su voz y pide desesperadamente que el mundo lo escuche y esta caza termine ya.
“El oso polar es una de las especies más exclusivas para los cazadores de trofeos. Pero es el mamífero menos adecuado para ser cazado debido a la baja supervivencia de los cachorros, la baja tasa de reproducción y el cambio climático”, dijo Ole.
Es inaceptable que no se tomen medidas más contundentes para evitar que la despiadada industria de la caza de trofeos mantenga la oferta de matar osos polares como uno de sus principales objetivos.
Y que las personas más adineradas, como el hijo del presidente de Estados unidos, Donald Trump Jr., sigan disfrutando de esta cruel práctica.
Comparte y apoya a Ole cuando dice que «tenemos que detener la caza de trofeos y el comercio de las pieles, como la única forma en que los osos polares tengan una posibilidad de supervivencia».