Sabemos que los perritos son de los animales más inteligente y leales que podamos conocer. Ellos son capaces de hacer cualquier cosa para levantarnos el ánimo, ayudar a su dueño, y desde luego, estar siempre para su mejor amigo canino. Nuestra historia es sobre un perrito que ha demostrado su fidelidad más allá de lo que está a simple vista, incluso, de lo que nosotros como humanos podemos hacer.
El sentimiento de los perritos no tiene límites.
Easton Dufur es un joven actor y director de cine, publicó en sus redes sociales una increíble historia que conmovió miles de corazones. Dufur tenía dos labradores amarillos, ambos perritos eran inseparables y compartían un vínculo muy especial. Se podría decir que su dueño y los dos perritos formaban una triada perfecta de amor y amistad incondicional.
Cookie y Stitch son todo en la vida de Easton.
Cuando Dufur compartió la historia en Twitter no pasó mucho tiempo para que se volviera viral. El joven explicó que Cookie y Stitch siempre compartían el mismo plato de comida. Durante algún tiempo Stitch estuvo entrenando a su hermano Cookie para que se comiera solo la mitad de la comida, así cuando terminará Stitch pudiera disfrutar de las ricas galletitas. La lesión fue aprendida rápidamente y Cookie dejaba la mitad de la comida en el plato para su hermano.
El vínculo de los perritos era tan fuerte que dejaron de lado sus instintos y compartían sus alimentos.
Desafortunadamente, Stitch, quien fue el mejor profesor para Cookie falleció recientemente. Por primera vez el pequeño Cookie está solo y claramente extraña a su mejor amigo, a su hermano. El joven cineasta ahora sirve menos comida en el tazón ya que solo hay un perrito en casa, pero Easton notó algo que lo sorprendió por completo.
«Antes de irme a la cama, quería ver si Cookie comía. Y así lo hice, pero me sorprendí cuando noté que todavía deja de su comida para que Stitch pueda comer”.
Aunque puede parecer costumbre, este gesto tan tierno revela que Cookie todavía mantiene la esperanza que su hermano vuelva y sigan compartiendo su comida. Para el joven todo esto es muy triste y conmovedor a la vez. Aunque no sabemos lo que piensa exactamente el perrito, de lo que si estamos seguros es que un ejemplo de fidelidad y amor infinito.
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