La protagonista de esta historia es Hadley Jo, una hermosa niña quien con su adorable perrita Ariel, nos confirman esa teoría que dice que solo en el amor encontrarás la respuesta.
Esta hermosa pareja ha compartido momentos únicos e incomparables, si bien no todos han sido de plena felicidad, en todos, la fidelidad y el amor son protagonistas.
Los perritos de servicio reciben entrenamiento individual.
Ariel es una perrita de servicio que llegó a la vida de la pequeña Hadley para ofrecerle alegría y ayudarla a tener más seguridad en sí misma.
Hadley y la perrita son amigas inseparables, sus días pasan llenos de sonrisas, aventuras, de besos dulces y movimientos de cola donde la ternura y complicidad están a flor de piel. Sin embargo, su vínculo va mucho más allá de pasar horas de inagotable complicidad.
La perrita se encarga de mantener a salvo al pequeña Hadley.
La pequeña Hadley tiene una condición por lo que su fiel perrita siempre está ahí para advertir a sus padres humanos que algo malo está a punto de pasar. Heather Devore Lange, la madre de la niña comenta al respecto:
Ariel es la perra de servicio de alerta de ataques de Hadley Jo. Ariel salva la vida de mi hija al alertarnos antes de que ocurra una convulsión, lo que nos permite administrar medicamentos de rescate en menos de dos minutos. Mi objetivo es proporcionarle a mi hija una vida lo más independiente posible y Ariel ayuda a que eso suceda”.
Por este motivo, donde quiera que vaya la niña, Ariel irá con ella, siendo la escuela uno de esos espacios donde más comparten y se roban las miradas de sus compañeros.
Mientras Hadley está en clase, la dulce perrita se queda a su lado acompañándola, sus compañeros han notado lo importante que es la perrita para Hadley por lo que la han adoptado como un compañero más.
Para la familia es una bendición que Ariel sea el ángel guardián de la pequeña.
Al finalizar el año escolar, para todos los estudiantes es muy importante armar el anuario, así que le dieron una sorpresa e invitaron a la dulce perrita a posar junto a la niña.
Para la madre fue muy emotivo este gesto. Al respecto comenta:
¡Tengo que admitir que lloré! La inclusión y aceptación de mi hija y su perro de servicio significa todo para mí. Es más que reconfortante saber que mi hija y su perro de servicio tienen un hogar lejos de su hogar, en la escuela, y que son amados y aceptados a pesar de sus diferencias”.
Para la dulce Hadley fue un honor poder compartir el anuario con su condicional y fiel perrita. A medida que la niña crezca, Ariel estará a su lado para acompañarla en todo el proceso y salvarle la vida las veces que sea necesario. Qué felicidad saber que dos seres se aman tanto.
Lo normal es que todos seamos diferentes. Admiremos el maravilloso trabajo de los perritos de servicio y brindémosle todo el respeto que se merecen. ¡Comparte!