Cuando de sucesos increíbles se trata nadie mejor que los animales para llenarnos de alegría y reconfortarnos el corazón. Sin importar su especie, todos son extremadamente maravillosos, inteligentes y, sobre todo, amorosos.
Es la vaquita más linda
Esto fue lo que demostró una singular vaquita que fue adoptada en Indonesia por una familia, a la que ha dejado sin palabras con su comportamiento fuera de lo común y tan enternecedor. Jamás lo hubieran esperado de un animalito habitualmente destinado a las labores del campo.
El nombre de esta vaquita es Pedro y, aunque apenas tiene 45 días de vida, de inmediato ha mostrado tener su propia personalidad auténtica. Se niega por completo a seguir los estereotipos que se esperan de su especie, pese a haber venido al mundo en un granero ubicado en la provincia de Yogyakarta.
Su mirada es tan tierna
Pedro ha hecho una estrecha amistad con el cachorro de la casa, de nombre Max, quien al parecer le ha compartido sus mejores trucos y ella terminó adoptando muchos de los comportamientos del perrito.
Principalmente, Pedro ha desarrollado una personalidad sumamente carismática y amorosa hacia todos los que la rodean. Y es que nunca se cansa de mostrar su afecto a todas luces, ya sea llenándolos de pegajosos y melosos besos, o acurrucándose sobre ellos.
“Mi vaca tiene un particular comportamiento que es muy similar al de un perro. A este animal le gusta que lo acaricien y que estén atentos a sus movimientos”, afirma el humano de Pedro.
Pero de entre todas las cosas, lo que más ha impresionado a miles de internautas alrededor del mundo sobre el comportamiento de esta vaquita, es la forma en que termina acostándose y durmiendo en la cama de sus humanos.
Luce tan cómoda que contagia sus deseos de dormir a cualquiera.
“Evidentemente, todos los animalitos buscan la comodidad de un hogar cálido, pero desgraciadamente tienen que vivir fuera, en el campo. Qué buena suerte que esta vaca sí pueda ser feliz y tener una familia”, señaló un internauta.
Sus humanos no pueden evitar reír a carcajadas cuando encuentran a Pedro tan relajado sobre las camas, pero no hay nadie que pueda resistirse a esos brillantes ojos que reflejan toda la ternura del mundo. Probablemente, más adelante tendrán que adaptar su hogar para que la vaquita pueda seguir acompañándolos a cada instante.
No cabe duda de que los animales son extremadamente inteligentes y tienen la capacidad de decidir cómo quieren ser, siempre que sean acogidos en un entorno de amor y comprensión incondicional.
Nadie como ella
Todos los animales merecen tener un hogar que los ame y los respete tal cual son. Comparte esta historia con todos tus amigos y ayuda a crear conciencia.