Jessica Williams y su novio Jared se mudaron hace un par de meses a un nuevo apartamento. Lo mejor de la mudanza era que ahora iban a vivir en un lugar donde les permitían tener mascotas, y no encontraban la hora para poder integrar un nuevo miembro a la familia. Jessica comenzó de inmediato a dar un vistazo a los sitios web de algunos refugios. En el aquel momento no se podía imaginar que terminarían encontrando a un perro tan especial.
Benji tenía un fuerte problema de alergia a las pulgas que causaba que gran parte de su piel perdiera su pelaje
Los planes eran adoptar a un perrito en noviembre para celebrar el cumpleaños de Jessica, pero cuando vieron las fotografías de un perrito en un refugio decidieron que no había tiempo que perder. El perrito se llamaba Benji, y en sus imágenes lucía extremadamente triste y solitario.
Benji había vivido un tiempo en las calles de Los Ángeles, hasta que lo rescataron y lo llevaron a un refugio público.
Sin embargo, la vida del pequeño Benji en el refugio no fue nada sencilla y le costó mucho trabajo lograr adaptarse. Tenía mucho miedo de cualquier persona, así que no dejaba que nadie se le acercara. En el refugio no era para nada el perro favorito, pero en sus imágenes se veía tan triste que Jessica y Jared no estaban dispuestos a dejarlo ir.
“Estuvo en el refugio por 10 días y no estaba nada bien. Le ladraba y le gruñía a cualquier persona que pasara por su lado”.
Condujeron 6 horas decididos a adoptar a Benji, pero cuando llegaron al refugio les explicaron que no era un perro nada amigable. Incluso les recomendaron que dieran un vistazo a los otros perros para que pudieran conseguir algún otro candidato que fuese más amistoso.
Al escuchar la insistencia de la gente del refugio, Jessica se dio cuenta de que si no hacían algo, pronto el pequeño Benji iba a ser sacrificado; así que decidieron darle una oportunidad en contra de todas las recomendaciones. Después de todo, la triste expresión del perrito seguía indicando que necesitaba mucho amor.
“Jamás había visto un perro tan triste. Sabíamos que no podíamos dejarlo allí”.
Ahora Benji vive con sus nuevos dueños en Sacramento, y tras 3 semanas, su carácter ha dejado de ser el de un gruñón malhumorado para ser un simpático perrito juguetón. Durante los primeros días se comportó algo arisco y alejado, pero con los días comenzó a mostrar su adorable personalidad.
“Adora saltar sobre nosotros a darnos besos. Cuando nos subimos al automóvil comienza a ladrar emocionado para pedir que arranquemos”.
Sin duda, todo lo que este triste perrito necesitaba para mejorar su carácter era un hogar lleno de amor.
Te invitamos a compartir esta nota para crear conciencia sobre lo mucho que pueden cambiar los perritos con un poco de amor.