No importa cuánta haya sido nuestra experiencia en la vida, lo cierto es que nunca se puede decir que lo hemos visto todo. El flujo existencial siempre nos traerá algo aún más insólito. Es lo que ha pasado en Rusia, donde la policía investiga un caso macabro de violencia en contra de los animales.
Una pareja se presentó en un refugio de animales para adoptar un cachorro, un pequeño mestizo de mirada tierna que vivía en un centro de adopción de mascotas en la alargada isla Sakhalin, una isla rusa en el mar de Ojotsk.
La directora del refugio para perros Irina Savitskaya habló del caso
Sin embargo, desafortunadamente, pronto las aparentes buenas intenciones de agregar amor a sus vidas mediante la suma de una mascota se darían por descontadas, cuando se descubrió que después de recoger al perrito, la pareja lo llevó a casa y lo martirizó hasta acabar con su vida, luego lo cocinaron y se lo cenaron. Así, como se lee.
Esto es el colmo, sin duda. No podemos hacer esto ni permitírselo a nadie, esto tenemos que denunciarlo y para muestra, este botón. Este despreciable acto no puede quedar impune.
Se descubrió lo que había pasado con el perro cuando miembros adjuntos al personal del refugio animal hicieron el seguimiento correspondiente del animalito para revisar las condiciones en las que lo mantenían y al llegar al lugar, encontraron los restos del infortunado peludo en el pórtico del domicilio.
“Cuando llegué olía a carne frita”, dijo la voluntaria Ekaterina Valyus.
Ahora las autoridades están tras la búsqueda de una mujer identificada como Galina, quien fue la responsable de este hecho que quedará para la posteridad como uno de los casos más horrendos de violencia y locura desatadas en contra de un ser vivo.
Al entrar en la cocina descubrieron con horror algunos restos en varias ollas y sartenes donde fue preparado el pobre animalito para terminar en el plato de la pareja.
“El resto estaba en la estufa. Fue realmente algo impactante de ver, impresionante; algo que nunca podré comprender, pero, mucho menos tolerar”, añadió Valyus.
Esta innombrable mujer se había comprometido con los rescatistas a darle una mejor vida al animalito y fue convincente. Empeñó su palabra y la creyeron sagrada, pero, en su lugar, ella misma junto a su cómplice, se encargó de develar el misterio de sus verdaderas y oscuras intenciones.
El pobre peludo ni siquiera tuvo un nombre que lo identificara
Galina pasará a la historia como una triste sombra que quizás, alguna vez, ¿quién lo puede saber?, tuvo un ápice de humanidad.
Comparte con nosotros esta historia desafortunada y dala a conocer a voz en cuello, para ver si así logramos que actos tan indignos jamás vuelvan a repetirse.