Un día un refugio local en Carolina del Norte recibió un transportín para gatos en sus instalaciones. Les dijeron que había un gatito adentro. Mientras buscaban un voluntario para criar al gato atigrado, se sorprendieron al descubrir otro paquete de piel escondido debajo de una toalla.
Sarah Kelly, una voluntaria adoptiva de Sparkle Cat Rescue, se ofreció a ayudar. Ni siquiera habían visto al segundo gatito en la parte de atrás hasta después de un buen rato. Los rescatistas no tenían ni idea de cómo terminaron juntos. Es evidente que tienen diferentes edades, pero están muy unidos y dependen demasiado el uno del otro.
Nadie había notado que este chiquitín también estaba a esperas de un poco de ayuda
El pequeño gato atigrado, Barnes, que es de 2 a 3 semanas más joven, era solo la mitad del tamaño del gatito grande, Noble. Se aferró a él y se acurrucó en su pelusa para mayor comodidad.
Durante los primeros días en el hogar de acogida, los dos hermanos eran completamente inseparables, donde Barnes permaneció a la sombra de Noble mientras intentaban aclimatarse a la vida como gatos de interior.
Barnes mantuvo a su hermano cerca en todo momento como si fuera su escudo, y Noble nunca se apartó de su lado ya que necesitaba que se sintiera seguro con la gente.
El pequeño Barnes tuvo algunos problemas de salud que duraron un tiempo, pero Noble siempre estaba allí consolándolo y bañándolo de amor. Se buscaban el uno al otro si estaban separados aunque fuera por un breve período de tiempo.
Barnes no podía separarse ni por un instante de Noble
Noble vigilaba a su hermano pequeño y venía corriendo para atender a sus necesidades y trataba de cuidarlo. Barnes tenía mucho por crecer y Noble lo apoyó en todo lo que pudo. Observó a Barnes mientras lo trataban por problemas gastrointestinales y lo animó con lamidos y abrazos.
Con la ayuda de Noble, el pequeño atigrado finalmente fue lo suficientemente grande para su próximo capítulo en la vida.
En su nuevo hogar, encontraron el consuelo perfecto
Sabiendo cuánto dependen el uno del otro, sus rescatistas estaban decididos a lograr que fueran adoptados juntos en un hogar lleno de amor. Al crecer, a Barnes nunca le faltaron los abrazos de su hermano protector.
Michelle se encontró con la historia de los dos hermanos felinos y se enamoró perdidamente de ellos, condujo desde Chicago para encontrarse con los chicos, fue amor a primera vista. Los gatitos se acurrucaron en sus brazos como si la conocieran de toda la vida. Barnes subió al hombro de su nuevo padre y se fue a dormir.
Los dos gatitos, se llaman ahora Tobías y Caleb. ¡Michelle estaba destinada a ser su madre y su amor por ellos es tan especial! Ha sido muy paciente y ha ofrecido todo el cuidado y el cariño extra que necesita el bebé Tobias.
Tobías, el más joven de los dos, se ha convertido en un hermoso gato atigrado. A su amado hermano Caleb le ha crecido una magnífica capa de pelusa que aumenta su belleza. Ha pasado aproximadamente un año desde que fueron rescatados juntos de un destino incierto.
Ahora son dos gatos saludables, maravillosos e inseparables
Esta historia de camaradería, amor y perseverancia, es de esas que otros merecen leer, ¿no crees? No te vayas sin compartirla y alzar la voz a favor de la adopción.