Berry es una pequeña perrita que quedó varada en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, de Nueva York, por presentar irregularidades en los papeles que constataban su estado de salud. La perrita de rescate quedó en cuarentena durante tres días por los funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Ella viajó desde Jordania a Nueva York y estuvo en riesgo de ser sacrificada después que las autoridades del país norteamericano la calificaran como un “riesgo sanitario”.
Se trata de una adorable perrita mezcla Border Collie.
Desde entonces, muchas voces se han unido para defenderla y rescatarla de la lamentable situación en la que se vio involucrada. Los defensores de los derechos de los animales afirman que se trata de una acción cruel e injusta.
Meredith Festa, portavoz de la organización sin fines de lucro Paws Unite, con sede en Nueva York, le hizo seguimiento al caso de Berry. Al respecto comenta:
“Está asustada y no puede caminar, está sentada en su propia orina pensando ¿Dónde están todas las personas que me cuidan?»
La persona responsable de cuidar a la perrita la abandonó en el aeropuerto para evitar enfrentar todos los trámites burocráticos, dejando a la indefensa bola de pelos a merced del personal de Royal Jordanian Airlines. Ellos confundieron la discapacidad de la perrita por un error tipográfico en sus papeles de rabia considerándola como un riesgo para la salud.
Esta semana se dio a conocer la historia de la perrita a través de Instagram donde se publicó un video con el siguiente mensaje:
“Perro paralizado puesto en cuarentena en el aeropuerto JFK SIN RAZÓN”.
Aunque el personal del aeropuerto asegura que los informes veterinarios indican que el perro mostraba signos sugestivos de rabia, los defensores de animales alegan que la perrita se mostró agresiva porque estaba asustada y con dolor.
Es probable que haya sido golpeada o atropellada en su ciudad natal, y quedado atrapada en el aeropuerto sin la atención médica adecuada. Activistas argumentan que posiblemente los funcionarios del aeropuerto confundieron su dolor con el del comportamiento con rabia.
Debido a su condición Berry necesita tomar medicamentos, usar silla de ruedas con patas traseras y cambiarle el pañal.
Si bien Festa destacó que Paws Unite se ha ofrecido a asumir la responsabilidad de Berry, la aerolínea debía decidir si sacrificarla o pagar una gran cantidad para trasladarla a una instalación de cuarentena aprobada por los Centros para el Control y al Prevención de Enfermedades.
Hace horas se dio a conocer una actualización sobre la situación actual de la perrita a través de la cuenta Kriskellyfoundation:
“Van a trabajar con Pups Unites People pero quieren entre $17.000 y $25.000. PUP está tratando de recaudar el dinero, ¡pero esto es ridículo! ¿Qué está haciendo el aeropuerto JFK y a cuántos otros perros le han hecho esto? ¡Nunca escuché este tipo de rescate! ¿Para salvar la vida de un perro paralizado se necesitan $25.000? ESTO ES INCORRECTO”.
Hasta la fecha Royal Jordanian Airlines no ha respondido a una solicitud de comentarios. Si bien activistas siguen luchando por rescatarla, Berry espera ansiosamente ser liberada.
Este tipo de casos no pueden seguir sucediendo. Solo juntos podemos alzar la voz y exigir respeto por la vida de los peluditos. Comparte esta historia y seamos y fieles defensores de los que no tienen voz.