Todos sabemos que nuestros perritos son hermosos ángeles de la guarda; pero una familia en Australia realmente recibió en su jardín un cachorro que cayó del cielo. La pareja despertó y escuchó unos extraños chillidos. En cuanto fueron a averiguar lo que sucedía se dieron cuenta de que había nada menos que un perrito que lucía algo desorientado. El pequeño tenía algunas heridas en su lomo pero se mostró muy cariñoso con los dueños de la casa.
“Era adorable. Un hermoso cachorro. Nunca se portó mal”.
Al principio pensaron que se trataría de un perrito extraviado, pero como nadie lo reclamó decidieron dejarlo pasar a casa y darle un poco de cariño. Fue en ese momento que se dieron cuenta que no era un cachorro como cualquier otro. Se trataba de nada menos que un Dingo: un descendiente del lobo asiático que solo vive en Australia.
Los perros dingo son los principales depredadores de los canguros.
Estos hermosos animales se consideran una especia vulnerable; de manera que encontrar a uno era un verdadero milagro. Contactaron a la veterinaria Rebekah Day. Ella reconoció lo especial que era el perrito; pero decidió hacer una serie de pruebas para determinar el nivel de pureza de su sangre.
Los perros dingo nunca han sido domesticados con éxito por la agresividad que muestran en la época de celo.
Ocho semanas después los resultados no hicieron más que impactar a todos: era un dingo completamente puro. Sus heridas eran una clara señal de que había sido tomado por una enorme ave depredadora, como un águila; que pretendía acabar con su vida. Por suerte, el pequeño terminó en el jardín de una familia en Victoria.
“No había rastros de otros dingos en la zona. Pero sí de muchas aves depredadoras. Se trata de animales a los que ya hemos visto tomar corderos y cachorros entre sus garras”.
El dulce cachorro recibió el nombre de Wandi. Tiene tan sólo un año de edad pero ahora tiene una gran responsabilidad para ayudar a que su especie no desaparezca. Lyn Watson, la directora de un santuario especializado en estos hermosos animales habló sobre lo especial que era recibir en sus instalaciones a un dingo completamente puro.
“Ellos son nuestros depredadores, como nuestros leones. Su trabajo es mantener la población de canguros baja. Eso era lo que hacían antes de la llegada de los Europeos”:
El hermoso Wandi ya ha interactuado con otros como él en el Santuario. Ahora podrá vivir en un ambiente completamente libre en donde nunca le faltará comida ni atención médica. Watson espera que esta peculiar historia ayude a recordar lo importante que es esta especie en Australia.
No te vayas sin compartir esta curiosa historia para que el mundo entero aprenda más sobre estos curiosos animales.