Cuando un abuelito tuvo que decir adiós a su querida mascota, pensó que nunca podría recuperarse de ese terrible dolor. Hung Lay Quon había formado un vínculo muy especial con su perrita y no podía imaginarse la vida sin ella.
Paseaban juntos cuatro veces al día pero la peludita ya era muy mayor y perdió la vida. Hung quedó destrozado. Intentó retomar sus paseos llevando las cenizas de su vieja mascota y no sabía cómo continuar.
“Ella era su felicidad. Cuando la perrita falleció, quedó desconsolado”, dijo Tiana Sandberg, la nieta de Hung.
Su familia lo apoyó en todo momento. El proceso de duelo es realmente difícil pero le sugirieron que lo mejor para él sería darle una oportunidad a otro peludita.
Nadie lograría reemplazar a su vieja amiga pero hay muchos otros perritos que necesitan de urgencia de un hogar y Hung realmente era maravilloso con los animales.
Merecía volver a disfrutar de la magia de las mascotas. Hung no estaba muy seguro pero decidió visitar algunos refugios con su nieta. No sabía exactamente lo que buscaba, pero sabía que si veía al perrito correcto simplemente lo sabría.
Recorrieron varios refugios pero comenzaron a perder las esperanzas. Hung no parecía sentir una verdadera conexión con ninguno de ellos pero todo cambió cuando conocieron a Lily.
A primera vista, la perrita parecía combinar a la perfección con Hung. Sus barbas y cejas eran idénticas. Tiana se dio cuenta de esto de inmediato pero su dulce abuelo no. Sin embargo, supo que Lily era la indicada y decidió formalizar la adopción.
“Los miré a ambos uniéndose con sus barbas y sus cejas pobladas. Parecía que mi abuelo había encontrado a su alma gemela”, dijo Tiana.
Los familiares y vecinos quedaron encantados con el adorable parecido entre Hung y Lily. Tiana les tomó una fotografía juntos para demostrarle a su abuelo que parecían hechos el uno para el otro y el tierno abuelito no pudo más que esbozar una enorme sonrisa.
Lo mejor de todo es que Hung ha vuelto a ser el mismo de antes. Compartir nuestro día a día con una amorosa mascota y es una experiencia realmente mágica.
“Cuando le mostramos la foto, me dio una gran sonrisa y dijo: ‘¡Somos Lily y yo! Ella es mi compañera’”, dijo Tiana.
Volver a abrir nuestro corazón después de perder una mascota no es fácil pero es una experiencia realmente bonita. Es una lástima que los peluditos no puedan vivir más tiempo pero siempre podremos brindarle una casa y una familia a un perrito en apuros.
¿Qué opinas de la adorable conexión entre Hung y Lily? No te vayas sin compartir esta bonita nota para recordar la importancia de adoptar.