Una tierna abuelita se conmovió hasta las lágrimas cuando por fin pudo ver de nuevo a su mascota después de verse obligada a separarse de ella en un momento muy triste y de incertidumbre.
En Ucrania millones de personas han tenido que dejarlo todo para buscar un lugar seguro y encontrar paz y consuelo incluso después de haber perdido para siempre a sus seres queridos.
Violetta, es una abuelita de 86 años que tuvo que salir de Odessa con su familia y lamentablemente no pudo llevar consigo a su amada mascota: su perrita Tasha. Para ella fue muy dramática la situación, y sobre todo, separarse de su perrita con la incertidumbre de no saber si podrían reencontrarse.
La mujer huyó a Rumanía desde Ucrania para protegerse con su familia, después viajó a Irlanda.
Para Violetta no había muchas posibilidades de ver de nuevo a Tasha, su esperanza se desvanecía poco a poco porque sabía que era extremadamente difícil que lograran unirse de nuevo.
Pero finalmente, la adorable abuela y su perrita se reencontraron el pasado domingo en el condado de Clare.
Su sueño se hizo realidad y ese reencuentro quedará para siempre grabado en la memoria de Violetta y de todas las personas que fueron testigos de tan emotiva escena.
La perrita Tasha saltó de la caja en la que estaba para lamer el rostro de su dueña, la reconoció de inmediato, fue muy emotivo su saludo. Después de vivir momentos de angustia y dolor, salió el sol para ellas.
Lo más conmovedor de todo fueron las palabras que la abuelita Violetta le dijo a su perrita:
“Por favor, perdóname, no tuve más remedio que dejarte”, le dijo a su mascota.
Tasha era parte de la familia de Violetta desde hace 13 años, tenían un vínculo muy especial y esperaban estar juntas hasta el último latido de su corazón.
Fue una voluntaria, Debbie Deegan, fundadora de la organización benéfica juvenil Children With Love, quien decidió ayudar a la abuelita después de conocer su historia. Ella los ayudó a viajar a Irlanda.
Debbie requirió ayuda de la nieta de Violetta para localizar en Rumanía a la familia que se había quedado a cargo de Tasha.
No era una tarea fácil, pero muchas personas estaban dispuestas a unir sus esfuerzos para lograr el objetivo de que la tierna abuelita Violetta sonriera cogiendo en sus brazos a su amada mascota, a su compañera.
Tras hacer diversos trámites burocráticos, John D’Arcy, de Waterford, un amigo de Debbie, hizo una campaña de recaudación de fondos para poder pagar los gastos de la empresa que transportaría a la perrita hasta Inglaterra.
Mientras tanto, Lisa Kay, se ofreció a cuidar temporalmente a Tasha en una granja de su propiedad en Birminghan mientras se organizaba el reencuentro.
El pasado sábado, John viajó a Gran Bretaña con Ser’anne Walsh, una cuidadora de perros, lo prepararían todo para llevar a Tasha a Irlanda.
“Ha sido un viaje muy largo para ella, ha estado de gira durante dos semanas, pero qué maravilloso ha sido el final feliz de ver a Tasha reunida con Violetta”, relató Debbie.
Para que Tasha y Violetta pudieran verse de nuevo, la perrita tuvo un viaje de 12 días y de 2.900 kilómetros atravesando las fronteras de siete países.
“La abuelita inmediatamente comenzó a llorar y, para ser sinceros, todos estábamos llorando también. Fue muy emotivo”, dijo Debbie.
Cuando la perrita vio a su dueña se emocionó mucho, sus ojos brillaron de alegría demostrándole a quienes lo hicieron posible que valió la pena el esfuerzo. Tasha había estado durante muchas horas viajando en la parte trasera de una camioneta, pero a pesar de eso, estaba en perfecto estado de salud.
“Cuando Tasha vio a la abuela, su rostro se iluminó por completo. Todo lo que empezó a hacer fue lamer como loca la cara de Violetta”, agregó Debbie.
La abuelita está plenamente feliz y agradecida por haber recuperado a su mascota
Las dos son mejores amigas, son una dupla inseparable.
Tasha cried in the car for a bit after leaving her UK host after a week of kindness by Lisa Kay and family. But has settled, on the road now to the ferry and her hooman ❤️. John, Lisa , Sar’anne and Tasha in Lisa’s beautiful farmhouse. pic.twitter.com/jFjjvPfEtR
— Debbie Deegan (@debbiedeegan1) April 9, 2022
“Regresamos a la habitación de Violetta y estaba acurrucada con una manta alrededor de ella y la perrita estaba recostada en sus brazos”, dijo Debbie.
Este final feliz nos hace recuperar la esperanza, fue un reencuentro precioso que ha tocado el corazón de millones de personas alrededor del mundo.