Las mascotas son seres muy especiales que cambian nuestra vida y que en muchas ocasiones se convierten en nuestros compañeros más fieles. Jill Layton Hartman es una ferviente amante de los animales y ha decidido hacer una carta muy especial para honrar a los seres que le enseñaron la importancia de una mascota: Su abuela Dorothy y una gatita llamada Gabby.
La abuela Dorothy adoptó a Gabby cando la gatita tenía dos años de edad.
Hace muchos años sus abuelos adoptaron una gatita atigrada. Pidieron ayuda a unos rescatistas y les explicaron que querían pasar sus últimos años con una mascota.
Los rescatistas acudieron a casa de la pareja de abuelitos y les llevaron 3 gatitos para que eligieran aquel con el que sintieran una conexión.
En cuestión de segundos se volvió evidente cuál era la gatita que volvería parte de la familia. Una gatita de color gris puso una patita en la casa y supo que había encontrado una familia para pasar el resto de su vida.
La abuela Dorothy no tardó en hacer una conexión muy especial con Gabby. Se convirtieron en mejores amigas.
“Seguían siendo dos viejas amigas que disfrutaban de su compañía”.
La conexión entre Gabby y Dorothy se volvió aún más especial cuando tuvieron que pasar por una dolorosa pérdida. El abuelito perdió la vida y Dorothy sintió que su corazón se rompía en mil pedazos. Sólo conseguía consuelo en su fiel gatita y se volvieron aún más unidas.
Gabby y Dorothy se mudaron juntas a un hogar para personas mayores. La vida de Dorothy cambió drásticamente sin su pareja de toda la vida, pero logró establecer una nueva rutina tranquila y feliz gracias a la compañía de la peludita.
Se despertaban juntas y antes de dormir, Gabby masajeaba la almohada de su dueña.
Con el paso de las años tanto la abuela Dorothy como la linda gatita comenzaban a envejecer y a sentirse cada vez más débiles, pero el profundo cariño que se tenían ayudaba a que ambas se cuidaran mutuamente.
Esta conexión fue tan especial que marcó para siempre la vida de Jill. Fue entonces cuando supo que querría tener una mascota para tener ese vínculo que su abuela tenía con Gabby.
“Cuando era una niña me enamoré de la relación de mi abuela con su gatita. Quería ese amor incondicional”.
Cuando Gabby tenía más de 15 años el veterinario le indicó a Dorothy que la linda gatita ya se encontraba en sus últimos días. Como estaba tan débil decidieron que lo mejor sería ponerla a dormir y así Gabby pasó sus últimas horas siendo mecida tiernamente por su vieja amiga Dorothy.
“Mi abuela ya no estaba comiendo mucho. Había perdido mucho peso. Ambas estaban cerca del final y Gabby ya estaba lista”.
Horas después la abuela se dirigió a su casa muy triste por la partida de su linda gatita. Se dispuso a tomar una siesta y nunca más despertó. La conexión entre ambas era tal que partieron de este mundo con sólo 4 horas de diferencia.
“Mi abuela perdió a su mejor amiga y quizás a su alma gemela”.
Jill decidió honrar la memoria de su abuela y su fiel gatita compartiendo su historia tan especial a través de las redes. Para ella ha sido algo que le ha demostrado una vez más lo fuerte que puede ser la relación de amor y lealtad con una mascota.
“Tal vez fue una extraña coincidencia o tal vez falleció por tener el corazón corazón roto. Tal vez sus almas no podían ser separadas”.
Lamentamos la partida de la abuela de Jill y de su linda gatita. No hay duda de que ambas estaban preparadas para partir juntas de este mundo. Ahora, Jill honrará su memoria amando y protegiendo a su perrito. Es la valiosa lección que le dejó su abuela.
El nexo entre un animalito y su dueño es realmente mágico. Gabby y Dorothy demostraron con su hermosa historia que no hay nada más bonito que ese amor incondicional.