El entrenamiento de obediencia para perros es importante, porque les permite aprender a comportarse de manera adecuada, para su humano y quienes lo rodean. Pero algunos canes no aprueban el entrenamiento, como es el caso de Ángel, pero su humana consiguió una divertida forma de resolverlo.
Mariah Cervantes es una abuelita que ama profundamente a su tierna mascota de nombre Ángel.
Es un perrito muy travieso
Ella desea que su peludo aprenda modales y sepa actuar como un perrito educado siempre, por eso decidió inscribirlo en una escuela de entrenamiento de obediencia. Ángel estaba emocionado.
En realidad, el animalito no es maleducado ni desobediente como mascota, más bien es un perrito muy bueno, pero ha demostrado que la escuela no es su fuerte.
Certificado de excelencia de Ángel Montes
El peludo de Mariah no aprobó el entrenamiento, y la amorosa y comprensiva abuela en lugar de enojarse y reprenderlo, prefirió utilizar una creativa estrategia. La abuela realizó un sencillo y simple análisis, si mi perro no pudo obtener un diploma verdadero, ¿cuál es el problema si yo se lo hago?
Así que puso manos a la obra, y aplicó todo su ingenio para elaborar un diploma que llenó ella misma con todos los datos de su reprobada mascota.
El producto final da ganas de reír, por lo divertido del resultado, todo un certificado de excelencia a nombre de Ángel Montes.
«Cuando lo vi, inmediatamente comencé a reír», dijo la nieta de Mariah.
No se conformó con el falsificado diploma en papel solamente, sino que le puso un marco dorado muy hermoso y elegante para colocarlo en una pared donde todos puedan verlo.
Sin duda, el desaplicado Ángel hizo todo lo que pudo para aprobar su entrenamiento, y eso es lo que su humana valora. Es una gran verdad que es un perrito muy lindo y tierno, pero en lo que se refiere a saber escuchar y obedecer órdenes, no se le da muy bien.
“Cuando lo vi, inmediatamente comencé a reír y no me sorprendió en absoluto. Mi abuela es muy linda y siempre hace cosas como esta”, agregó la comprensiva nieta.
Mariah se siente muy contenta con su perrito y no le importa que haya fallado, si era por un certificado, ya ella le dio uno.
«Ella está muy orgullosa de Ángel, a pesar de que ella misma se lo otorgó», expresó la nieta.
Definitivamente a la dulce abuela solo le importa amar a su mascota y demostrarle que lo acepta tal como es, con sus fortalezas y sus debilidades. Sin duda, es una ancianita con un buen sentido del humor.
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