Muchas personas cuando piensan en adoptar un animalito buscan al más lindo o al más pequeño, sin embargo, hay otras que llegan al refugio con una decisión firme, quieren llevarse a casa aquel que lleva mucho tiempo en el refugio y que por distintas razones nadie quiere.
Lo normal es que todos seamos diferentes.
Así le pasó a la protagonista de nuestra historia, Melani Andrews, una mujer de avanzada edad que llegó al refugio de animales Front Street de la ciudad de Sacramento buscando al perrito que más ayuda necesitaba.
“Esta amable mujer entró a nuestro refugio y preguntó quién era el perro más viejo y más difícil de adoptar”.
La abuela de 72 años buscaba no solo un perrito para llenarlo de amor, sino una mascota que la acompañara en su soledad y ayudara a superar momentos difíciles, la tierna abuela había perdido hace tiempo a su esposo y para consolarse adoptó a un Staffordshire terrier, pero tiempo después también perdió a su compañero canino.
Los abuelitos también pueden cuidar de un lindo perrito.
Motivada por sus nietos, la tierna abuela se dirigió al refugio y con una decisión firme buscaba al perrito más indefenso, fue entonces cuando le presentaron a Jake, una perrito que llevaba tiempo en el refugio y tenía cáncer de piel terminal.
«Me informaron que tenía cáncer y que tenía una cantidad limitada de tiempo. Y pensé: ‘Vamos a hacer que su tiempo sea tan bueno como podamos'», dijo la admirable mujer.
Melani llegó no solo para adoptar un perrito sino para salvar la vida de Jake y ofrecer amor incondicional.
A Andrews no le importaba cuánto dinero invertiría para la atención medica de Jake, un dulce perrito que no solo tenía problemas de piel, era sordo y parcialmente ciego, ella solo quería ayudar y darle amor al perrito que más lo necesitaba, al llegar el refugio supo que Jake era el indicado, al realizar el recorrido por el refugio los otros perritos que estaba con Jake no reaccionaron ante la presencia de la mujer mientras él comenzó aullar.
“Creo que Jake sabe que lo amo, porque viene a mí y se frota contra mí y me pide que le frote la espalda. Luego me olfatea con su nariz. Y un perro que no sabe que alguien lo ama no hace en nada de eso”.
La amable mujer solo piensa en ofrecerle una vida placentera y feliz al tierno Jake durante sus últimos días. Afortunadamente el tierno Jake se encontró con un ángel que lo salvó, ahora ambos se hacen compañía y se aman sin condiciones.
Para adoptar solo necesitas querer hacerlo y estar dispuesto a cambiar la vida de un animalito. Comparte la nota para que más personas se motiven a llevar a casa al perrito más indefenso.