Abren un refugio en el que además de personas sin hogar pueden acudir los perros que no tengan un lugar en el cual protegerse.
Cuando arriba la temporada de invierno las calles se convierten en un lugar aún más peligroso para los sin hogar. De hecho, cada año se reportan fallecimientos de indigentes que sin recibir ningún tipo de protección pasan la noche en el inclemente frío, pero no solo los humanos se ven expuestos a esta cruda realidad.
Los animalitos también padecen con sus dueños y necesitan un refugio
Por ese motivo en un refugio brasilero han implementado una normativa digna de aplaudir: las mascotas de los indigentes también son recibidas en los refugios, pues ellos también merecen protección.
¿Acaso no es una causa realmente justo?
Aunque para algunos pueda sonar extraño, este año Brasil se enfrentó a una fuerte ola de frío y ante el ímpetu del invierno fueron muchas las personas que se vieron afectadas.
Frente a esta situación surgió la inminente necesitada de ayudar a los desprotegidos, pero en el Centro Olímpico Municipal de Canoas, en Rio Grande do Sul, no solo están brindándole apoyo a los sin hogar sino a sus peluditos.
Todas estas colchonetas se habilitaron para ellos.
Guardando las medidas de bioseguridad que exige la situación pandemia, los voluntarios del refugio acogieron cada noche a decenas de personas y si ellos lo deseaban podían ir con sus animalitos.
Cada beneficiario fue sometido a una prueba rápida de COVID-19, para salvaguardar la salud de todos los voluntarios y los mismos visitantes.
Para alguien que vive en la calle su mascota se convierte en un verdadero compañero.
La iniciativa se puso en marcha el pasado 29 de junio, con ayuda de toda la comunidad y del propio Ayuntamiento.
Vecinos del lugar unieron fuerzas para recaudar el mobiliario necesario para hacer de la cancha un centro para refugiados y el asunto dio muy buenos resultados.
Unas mantas calientes en tiempo de invierno es una bendición.
Además del alojamiento, en el lugar se le proporcionó comida y abrigo a los beneficiarios. Estas personas recibieron ropa limpia y un kit de higiene personal que después pudieron llevarse consigo.
La idea es que ellos también puedan protegerse de la pandemia fuera del centro.
El gimnasio fue capacitado para albergar a 70 indigentes con sus mascotas y solo el primer día recibieron a 37 de ellos.
Aunque no se llenó la plaza completa, el número resultó favorable en consideración a que los sin hogar no tenían modo de cómo enterarse de la iniciativa más allá de la invitación hecha por vecinos y de los propios beneficiarios de la causa.
Todos estos alimentos fueron repartidos entre los huéspedes.
La apertura del centro fue todo un éxito y no se reportó ningún inconveniente. Tanto las personas como sus mascotas resultaron muy bien portadas; así que se prevé abrir más refugios en otras zonas de país.
Por los momentos el refugio del centro olímpico ya ha cerrado, puesto que el plan era brindar abrigo solo durante la temporada de frío.
Fueron días muy beneficiosos para todos.
Sin duda que está ha sido una muy buena iniciativa pero lo que más ha llamado la atención es el hecho de que se pensara por primera vez en el país en esos seres tan nobles como lo son las mascotas.
De algún modo esto nos habla de una sensibilidad más avanzada que se ha venido desarrollando en el lugar.
Ayudar a otros es ayudarse a sí mismo.
No puede negarse el hecho de que este cambio de mentalidad surge a partir de las campañas de educación en pro de la vida animal.
El día en que todos los humanos vean a sus mascotas como seres importantes que merecen respeto, sin duda que el mundo será un lugar mejor. Y con este gesto se nota que Brasil ya empezó a impulsar ese cambio.
Este tipo de noticias nos hace creer en una avance como sociedad así que esperemos esta iniciativa se multiplique por todo el mundo.