Miles de perros son abandonados por las familias que alguna vez prometieron cuidarlos y a los que les regalaron un sinfín de momentos felices e inolvidables. Terminan en los lugares más inhóspitos sin saber qué han hecho mal y con el corazón completamente destrozado.
Desgraciadamente, esto fue lo que sucedió con una pequeña perrita Shih tzu que fue arrojada afuera de las instalaciones del refugio Richmond Animal Care and Control (RACC) ubicado en Virginia, dentro de una bolsa de basura.
Al encontrarse con la terrible escena los encargados del lugar no podían creer que el animal aún estuviera con vida: había perdido la mayor parte de su pelaje y tenía una terrible infección en la piel que no había sido atendida durante años.
“Aparentemente, la encontraron en esa bolsa de plástico detrás de una vieja iglesia en el lado sur de la ciudad. La recogieron y la arrojaron en el refugio. Estamos muy enojados de que esto haya sucedido, pero también agradecemos que esté aquí, que podamos tratarla y que esté viva”, dijo Christie Chipps Peters, director de RACC.
En ese momento Peters no se encontraba en el refugio, sin embargo, fue informado de todo lo que sucedía por uno de los empleados. Rápidamente, todo el equipo del lugar se puso a atender los múltiples problemas de la pobre perrita: principalmente una infección en sus vías respiratorias superiores, su conjuntivitis y sus dientes.
“Nunca recibió algún tipo de atención médica por lo que haremos todo lo posible por ayudarla. Sus pulmones tenían un ruido extraño, por ello está tomando antibióticos que le ayudarán a sacar todo lo que no deba estar ahí”, mencionó Peters.
La perrita fue nombrada Annabelle y pese a todo el sufrimiento por el que ha pasado se mantiene con una actitud positiva.
“Annabelle es la perrita más dulce y feliz. Nunca deja de mover su cola. Es tan tierna y amable, nos recuerda que los animales que provienen de las situaciones más horribles son dulces y amistosos con las personas. Nos inspira su sorprendente capacidad de recuperación”, asegura Peters.
Afortunadamente, la linda perrita ya ha sido adoptada y se encuentra encuentra completamente feliz en el hogar amoroso que siempre mereció. Ha dejado atrás todas sus heridas físicas y psicológicas, al lado de su nuevo hermanito canino y de su familia. Nuestros mejores deseos están con ella.
Sin duda alguna, la triste historia de vida de Annabelle nos recuerda la importancia de cuidar de los animales y jamás tratarlos como un simple un objeto que puede ser arrojado fácilmente a la basura. Ellos son seres vivos que sienten y sufren, tanto o más que nosotros. Está en nuestras manos el hacer un mundo mejor para los animales y para toda la naturaleza.
¡Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y cuida de los animales!