Incluso a medio enterrar en medio de la zanja a un lado de la carretera, era imposible pasar por alto la caseta de madera color salmón en el que permanecía una perrita, abandonada a su suerte.
El perturbador hallazgo tuvo lugar a principios de este mes, en unas tierras de cultivo en California, Estados Unidos.
Si para algunos dueños puede ser difícil decirles adiós a sus mascotas por los motivos que fueren, imagínate lo que supone para una inocente peluda que siempre perteneció a un hogar, entender que de ahora en adelante tendría que aprender a sobrevivir en la intemperie.
Sin que haya hecho nada ni que nadie le advirtiera, fue despojada de todas sus comodidades y sobre todo del cariño y la protección a la que tenía derecho. Por lo menos, quien la abandonó se hizo cargo del frío que podía pasar y la dejó dentro de su caseta.
Muy temerosa, acurrucada y con cu correa todavía atada, esperaba pacientemente a que alguien se detuviera.
Permaneció inmóvil todo el tiempo dentro de su lugar seguro, hasta que afortunadamente la escena fue tan deprimente que llamó la atención de un hombre que pasaba por allí. Él no vio ningún perro en un principio, pero movido por la curiosidad se acercó, hasta que descubrió a una hermosa perrita pitbull anciana de 9 años y llamó a las autoridades.
De inmediato fue trasladada al Refugio de Animales del Condado de Santa Cruz (SCCAS), quienes gracias a que la perrita tenía un microchip descubrieron que su nombre era Pebbles.
La perrita estaba feliz y agradecida de que por fin alguien pudo ayudarla.
El personal del refugio levantó una investigación y supieron que Pebbles fue entregada por su dueño a otra persona desde que ya no pudo hacerse cargo de ella porque se quedó sin hogar.
En la página de Facebook del refugio informaron del avance de las investigaciones y revelaron que pudieron dar con la persona a la que el antiguo dueño de Pebbles lo entregó hace un año, y lo identificaron como Rubén Guerrero, de Watsonville, el responsable del abandono de la perrita.
La feliz y justa noticia fue que finalmente Guerrero fue acusado de un cargo de violación del Código Penal del Estado de California 597: «Abandono voluntario de un animal por dejar a su perro Pebbles a un lado de la carretera con su caseta», decía el informe. Y tendrá que enfrentarse a la ley.
Las cosas no fueron nada fáciles para la perrita, ni para su dueño, pero por suerte ahora la perrita anciana está a salvo y en busca de un hogar permanente.
«Conocí a Pebbles y ella es la perrita más dulce con ojos hermosos y conmovedores», «Ella es mucho más adorable y linda en persona», escribieron algunas personas tras difundirse su conmovedora historia.
Pero el refugio ha aprovechado la oportunidad para recordar al mundo entero la gravedad del abandono animal y el enorme sufrimiento que se ocasiona a las mascotas. «Si ya no te puedes hacer cargo de tu mascota, llévala a un refugio», han dicho.
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