Como todos saben, el perro es el mejor amigo del hombre, ellos siempre buscan la forma de demostrar su afecto de cualquier forma posible a su dueño; sin embargo, estas adorables criaturas no siempre reciben el mismo trato de vuelta.
Esta es la historia de Camila, una pobre cachorra que fue abandonado por su familia sin comida o agua, solo una simple manta a la cual se aferraba asustada y desesperada.
Pero no todo era mala suerte para esta pobre cachorra, por suerte una persona se preocupaba por su salud, era la cofundadora de Dallas DogRRR, Marina Tarashevska, quien le dio su mano a la perrita tras encontrarlo cuando había salido a caminar. Después de investigar un poco acerca de la pobre cachorra, ella decidió que debía llevársela, pero no fue fácil.
La perrita era muy insegura y cada vez que ella intentaba ayudarle, buscaba un lugar seguro lejos de ella, y después de alejarse, volvía a su manta como siempre.
Marina tuvo que buscar alternativas para lograr llegar a ella.
Decidió usar la manta para llegar ella, la arrastró hacia su casa y logró capturar a la perrita para así resguardarla en un lugar más seguro; a pesar de eso, la perrita seguía estando muy temerosa, buscando un lugar seguro en el rincón de su jaula.
Estaba muy nerviosa y aunque la mayor parte del tiempo permitía que la acariciaran, evitaba moverse, ya que el miedo la consumía siempre apartando su mirada, y era igual con cualquier persona que se acercara a ella.
En poco tiempo lograron descubrir la razón de por qué la pobre cachorra era tan insegura, resultó que tenía varias lesiones por la zona de su cuello y orejas, las cuales le generaban mucho dolor.
Entonces su prioridad fue su salud, después de llevarla al veterinario se dieron cuenta que su collar era muy ajustado para ella, tenían la idea que sus cicatrices se habían originado por sus dueños anteriores o por peleas callejeras en busca de comida para sobrevivir.
La cachorra se tuvo que someter a una importante cirugía, ya que las lesiones tenían mucho tiempo. Afortunadamente, poco a poco fue aprendiendo a confiar nuevamente en las personas, superando su miedo inicial.
La suerte de esta pequeña ha cambiado por completo, ha hecho muchos amigos y ha aprendido a sentirse bien con las personas, es totalmente diferente a como era antes, fue del miedo al cariño.
Solo hizo falta alguien que le protegiera y le diera el cariño que tanto se merece, ahora es mucho más juguetona y sociable con todos, pronto estará lista para ser adoptada. Y, a pesar de que aún tiene sus inseguridades, con el tiempo aprenderá que podrá confiar más.
Todos somos vulnerables a que la confianza que tenemos en alguien sea traicionada y los animales no son una excepción a esto. El dolor de recibir maltratos por parte de aquellos en quienes confiábamos es algo que deja una gran herida emocional.
Por suerte, la vida siempre nos demuestra que existe gente buena en la que podemos confiar verdaderamente. Eso es todo lo que necesitan estas pobres mascotas que se han vuelto inseguras.
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