Vivimos en una sociedad donde cada vez se vulneran más los valores, sobre todo el respeto a la vida del otro y la empatía. Sin embargo, a veces son los más pequeños los que nos dan esperanza y nos demuestran que todavía hay mucha bondad en el mundo. Un ejemplo de esto es un niño que ha logrado cambiar la vida de decenas de perritos.
Ken vive al sur de las Islas Filipinas.
Desde que era muy pequeño, Ken Amante siempre sintió un gran amor por los animales y cuando comenzó ir a la escuela sus padres notaron que había algo muy extraño en su comportamiento.
El astuto niño se las ingeniaba para llevar su propio desayuno y más bolsas de comida ocultas en sus bolsillos. Su comportamiento era muy sospechoso así que sus padres decidieron seguirlo para averiguar qué se traía entre manos.
Ken acaba de cumplir 9 años de edad.
Fue entonces cuando descubrieron que todo lo que Ken quería era alimentar a los perritos que se cruzaba en su camino hacia la escuela.
Todos los perros lo saludaban con demasiado amor y era evidente que muchos dependían por completo de él para sobrevivir las duras condiciones de la calle.
“Desde que tengo memoria he querido tener un refugio, pero mi papá me dijo que algo así costaba mucho dinero. Me dijo que solo los adultos podían reunir tanto dinero”.
Sus padres quedaron conmovidos con el enorme corazón del pequeño. Estaban preocupados por él, pero sabían que lo más importante era apoyarlo en su noble labor.
Fue así como dieron a conocer su historia y en cuestión de meses el gran corazón de Ken recibió el reconocimiento del mundo entero. Ahora, cuenta con la ayuda de diferentes donantes y decidió utilizar los fondos para fundar su propio refugio: Happy Animals Club.
Ken continua estudiando mientras administra su refugio para animales.
El dulce Ken se vale de todo su tiempo libre para dar mimos a los perritos. En muchas ocasiones abre las puertas de su refugio a gatos y a perros del refugio de la ciudad que son rechazados por todos.
De no ser por el enorme corazón de este trabajador niño; muchos de estos peludos habrían perdido la vida. A pesar de su corta edad, Ken se preocupa por cada aspecto de la vida de los perritos.
El refugio de Ken tiene un poco más de mil metros cuadrados.
Está aprendiendo a bañar a los animales y a brindarles los cuidados médicos básicos para poder ayudarlos a todos en cualquier emergencia. También es sumamente cuidadoso con su salud y se asegura de que todos tengan las vacunas al día.
El refugio ya ha recibido más de 10 mil dólares en donaciones.
No hay duda de que este pequeño es un ejemplo. Todos podemos aportar nuestro granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor. Ken, a cambio de todo el amor que da a los perritos, pasa la mayor parte del día recibiendo besos de todos sus rescatados.
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