La vida en las calles no es nada sencilla para un gatito. Muchos de estos animales sufren muchos traumas y una vez que son rescatados deben pasar por un largo proceso de readaptación para poder comprender que ahora se encuentran a salvo.
La gatita fue encontrada en la ciudad de Montreal, en Canadá.
Cuando una linda gatita llegó de la calle al refugio Chatons Orphelins todo el personal pensó que podría tratarse de una pequeña gatita tímida, que necesitaría tiempo para acostumbrarse a su nuevo ambiente y a las nuevas personas que conocería. Nada más lejos de la realidad. La pequeña Eleven resultó ser toda una diva dispuesta a convertirse en un dos por tres en la reina del lugar.
Los rescatistas sospechan que Eleven era una gata doméstica que se perdió o fue abandonada.
Eleven había llegado a la casa de una familia. Comenzó a tocar y a rasgar la puerta en un astuto intento por llamar la atención de los humanos. La familia a la que esta linda había llegado no se encontraba en condiciones de poder adoptar a una nueva mascota, así que decidieron llamar al refugio y dejarla allí.
La gatita parecía tener miedo de estar lejos de las personas.
En cuestión de horas la pequeña Eleven ya estaba mostrando a todos su graciosa actitud de diva. Todo el tiempo llamaba la atención de los humanos para que jugaran con ella y le dieran todos los mimos posibles. Cuando se encontraba en las jaulas no paraba de intentar abrir la reja y sólo se tranquilizaba cuando lograba salir y estar de nuevo entre los humanos.
Los veterinarios estiman que Eleven tiene menos de un año de edad.
Los miembros del refugio no pudieron resistirse a sus encantos así que decidieron abrirle la jaula y permitirle que explorara un poco el lugar. Después de jugar un buen rato con una de las voluntarias, comenzó a caminar por el refugio. Cada vez que pasaba junto a algún humano llamaba comenzaba a llamar su atención y simplemente no estaba dispuesta a dejar que nadie la ignorara. Después de un rato de juegos continuaba caminando muy feliz.
“Eleven es muy traviesa. Tiene mucha energía y siempre tiene ganas de jugar”.
Eleven exploró por la tienda y revisó cada artículo con mucha curiosidad. Cuando fue su turno de conocer al veterinario pensaron que se asustaría como cualquier otro gato, pero la pequeña estaba sumamente feliz y encantada con la atención que le estaban brindando.
“No le tiene miedo a nada. Es una verdadera diva. Tan pronto tiene la atención de alguien entonces queda feliz”.
Dos meses después de dirigir a su antojo todo lo que sucedía en el refugio Eleven consiguió un hogar definitivo.
Esperamos que la linda y graciosa Eleven sea muy feliz junto a su nueva familia. En su nueva casa tendrá la compañía de otro gatito y toda la atención que desee de sus nuevos humanos.
Te invitamos a compartir la historia de esta gatita tan diva a la que nadie puede decir que no.