Recientemente un nuevo acontecimiento ha causado polémica en las redes sociales y ha abierto un debate en torno a lo qué hacen los pequeños del hogar con sus mascotas cuando no están bajo la supervisión de un adulto.
En sólo unas horas se viralizó una noticia sobre una bella perrita bóxer que recibió múltiples pintas de tinta de colores sobre su piel. El hecho ocurrió en Edmonton, Kentucky, cuando una madre dejó a su hija sola con su adorada mascota y todo se salió de control.
Johnna Pennington es una madre de 27 años. Su hija Alivia, tiene tan solo tres años de edad y ama jugar con su preciosa perrita bóxer llamada Cupcake. En una tarde que parecía ser como cualquier otra, Johnna se tomó unos minutos para ir al baño y Alivia aprovechó ese tiempo para mostrar su parte más artística.
Todo hubiera estado bien, si la madre se hubiera percatado de las intenciones artísticas de la niña. Como todos sabemos, con solo tres años Alivia tiene mucho que aprender todavía y es responsabilidad de los adultos enseñarles y evitar que se dañen a sí mismos u a otros.
“ I said don’t eat it! “When Alivia feeds the dogs
Publiée par Pennington’s boxers sur Samedi 10 novembre 2018
Pero la tarea educativa faltó a la cita en ese momento, así como también otro de nuestros deberes como adultos que es cuidar y proteger a los animales indefensos del maltrato humano y la pequeña Alivia utilizó como lienzo la delicada piel de Cupcake.
La madre, al volver a la escena, en lugar de corregir el comportamiento de Alivia que utilizó pinturas lavables para colorear la espalda del animal y llenarlo de arte abstracto rosa y celeste, decidió reírse de esto y subir imágenes a las redes sociales para compartir la «buena nueva».
Cupcake es una de los cinco bóxer que posee la familia y se comportó de manera ejemplar al soportar los tratos de la niña sin siquiera ladrarle, como es propio de un animal que ama a sus humanos.
Durante horas, la perrita tuvo que ser lavada para quitar las manchas de diversos colores. Si bien su actitud de lavar al perro fue bien recibida por todos, su comentario sobre que prefirió reírse del asunto no lo fue tanto.
“Cupcake debió querer más porque se sentó junto a Alivia mientras ella la pintaba en la sala de estar. Un perro es el mejor amigo de cualquier niño y se puede notar cómo a Cupcake le encanta pasar tiempo con Alivia”, expresó Johnna, la madre de la niña, después de que la perrita ya estuviera completamente limpia.
Mucha controversia se generó al respecto. Si bien hubo algunos pocos que opinaron que la situación en general era cómica, la gran mayoría se opuso fervientemente a la permisividad de la madre.
“Lo siento, pero eso debe herir al pobre perro. Obviamente, a la madre le parece gracioso hacerlo público e ir a los medios de comunicación”, señaló un cibernauta bastante molesto por la historia.
La gran mayoría de los usuarios de las redes enfatizó que nunca se debe dejar a un niño tan pequeño solo con ninguna mascota, pues ellos no terminan de entender cómo sus acciones afectan a su entorno y eso puede resultar en malos tratos hacia los animales (y que si por alguna casualidad, éstos responden a ese maltrato, serían condenados por todos nosotros muy duramente).
La superioridad del humano (relativa), no nos da derecho a hacer lo que queramos con los animales. Debemos condenar este tipo de conductas y generar los cambios en los verdaderos responsables de que ocurra este tipo de tratos, que por lógica nunca será una niña de tres años, sino los adultos que la educan.
¡Comparte esta polémica historia con todos tus amigos y condenemos el trato injusto hacia los animales!