Una mañana de julio, el personal del Refugio de Animales del Condado de Columbus miró al patio y encontró un perrito allí, uno que nunca antes habían visto. El patio estaba cercado, por lo que alguien había hecho la crueldad de arrojarlo por encima de la cerca.
El pobre perrito, ahora llamado Sully, estaba en horribles condiciones: enfermo, descuidado y desnutrido, claramente un reflejo de lo dura que fue su vida y todo lo que había pasado antes de ser arrojado en el refugio.
Poco después, la historia de Sully cambió por completo. El refugio se conmovió con la historia del perrito y publicaron sobre él en redes sociales con la esperanza de que algún buen corazón lo recibiera y lo ayudara.
Así fue como Sully y Anne Mellon se conocieron. Anne, una madre de acogida de Hope Animal Rescue, siempre atenta a los perros necesitados como Sully, apenas lo vio supo que tenía que ayudarlo.
«Tan pronto como vi que el personal del refugio publicaba fotos y vídeos de Sully, me rompió el corazón. Supe de inmediato que teníamos que ir a buscarlo», dijo la mujer.
Mellon y su compañera de habitación acordaron criar a Sully y lo recibieron en su hogar. Estaba más que claro que el perro había sufrido un grave descuido por parte de sus anteriores dueños, pero aun así, eso no opacó el amor que guardaba en su corazón y supo demostrarle a sus nuevos padres adoptivos. Simplemente parecía estar feliz y emocionado por sentirse amado, por sentir que finalmente se preocupaban por él.
«Al principio, él estaba agradecido, era dulce y gentil, solo apoyaba su cabeza en tu regazo para ser una mascota, su cola siempre estaba meneando. A medida que comenzó a sentirse mejor, su personalidad comenzó a salir más y más», dijo Mellon.
Cada día que pasaba se veía a Sully más completo, más feliz y además se veía una mejora en su salud; parecía un perro completamente diferente a cuando lo abandonaron. Además de su salud, el mejor regalo que le pudieron dar los padres adoptivos de Sully fue un cambio en el estilo de vida, se enfocaron en enseñarle a cómo ser un perro de verdad y disfrutar de la vida con una familia que le brinda amor. Lo pasearon por todos los lugares posibles y le enseñaron la comodidad y alegrías de dormir en camas y sofás, así como muchas cosas más que posiblemente nunca había experimentado en su vida.
Una vez completamente sano, era la hora de la despedida, Sully fue puesto en adopción y conoció a una madre perfecta, Melissa. Ahora mismo, Sully está siendo feliz en su nuevo hogar.
«Tuvo un comienzo difícil en la vida, por lo que ahora le gusta disfrutar de las cosas simples de la vida: permanecer en una cama cómoda todo el día, buenas comidas, caminatas cortas, paseos en automóvil, juguetes nuevos y todos los mimos del mundo».
La historia de Sully dio un giro de 180 grados, del abandono, el maltrato y el descuido a la felicidad plena. Sully es un perro saludable, amado y bien cuidado gracias al esmero de su nueva madre adoptiva. En el mundo entero existen perros en esa triste situación, la difusión de estas noticias y sobretodo el buen corazón de los amantes de los animales puede hacer el cambio, brindarle felicidad y renovar para bien una vida.
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