Desde tiempos inmemoriales se ha estigmatizado la relación entre los perros y los gatos, por ende suele pensarse que es imposible el que estas dos clases de animales puedan crear un vínculo fraternal. No obstante, la naturaleza nunca deja de sorprendernos y nos enseña que hasta los más acérrimos rivales pueden tener una hermosa amistad.
Tal como sucedió recientemente con un amoroso golden retriever y un pequeño gatito, que pasan los días al lado de su feliz familia en Sunshine Coast, Australia y que no tienen ningún reparo en mostrar lo mucho que se quieren.
Pese a la gran diferencia que existe entre estos dos maravillosos animales, han aprendido a convivir de manera armónica y amigable, por lo que pueden ver la televisión en compañía de sus seres queridos y sin que se de un solo rasguño por alguno de los dos. Por el contrario, en un vídeo que se ha vuelto viral en las redes sociales, podemos observar al perrito llenando de besos a su pequeño hermanito, al punto de que éste cae rendido de tanta ternura sobre la mesa en que se encuentra.
El felino también corresponde al cariño de su amigo peludo y no teme en dejarse consentir con sus innumerables besos. Tomándose todo el tiempo del mundo para estirar sus patitas y jugar con él.
Sin embargo, después de un buen momento de ternura, el perrito decidió marcharse del lugar, dejando al felino completamente confundido y deseoso de continuar con el juego. Fue entonces que en un intento desesperado por detener al canino, el gatito extendió todavía más sus patas para alcanzar a su compañero.
Lamentablemente, el gatito no pudo hacer volver al golden retriever y terminó rendido sobre la misma mesa, suspirando de resignación, y evidenciando que siempre se puede tener una buena amistad cuando los sentimientos son puros.
A estos dos inseparables compañeros les esperan miles de momentos únicos e inolvidables al lado de su amorosa familia, que les ha enseñado que no existe ningún factor por el que tengan que entrar en una eterna rivalidad porque ambos son amados y valorados tal como son.
Sin duda alguna, tenemos mucho que aprender de los animales; analicemos su singular comportamiento y la manera en que forman lazos con todos los seres que les rodean; sin importar su tamaño, color, condición o especie, ellos pueden ablandar los corazones más duros y despertar la curiosidad de los seres más misteriosos.
¡Comparte esta adorable historia y recuerda que las mejores amistades surgen de donde menos lo esperamos!