Justo cuando creemos que lo habíamos visto todo, llegan nuestros perros y prueban que estamos equivocados. Nuestras mascotas siempre encuentran nuevas formas de afrontar situaciones que terminan metiéndolos en los peores aprietos.
Este lindo perrito mestizo se metió en problemas con su dueña y todo ocurrió cuando, en medio de la noche, la mujer estaba dejando todo preparado para el día que se le avecinaba. Ya había puesto a sus niños a dormir y había dejado la cocina arreglada, pero ella no contaba con que alguien más también estuviera despierto en la casa.
Ya era entrada la noche en aquella residencia familiar
Ella se encontraba en su habitación cuando unos misteriosos ruidos delataron a alguien que se había escabullido a la cocina. Alarmada, la madre se acercó cuidadosamente al lugar y cada vez que se aproximaba más a la fuente del sonido se daba cuenta lo que estaba pasando.
No sabía quién estaba ahí, y eso la preocupaba
Todo apuntaba a que, alguien había decidido ir en busca de un bocadillo nocturno y lo que producía el particular ruido era una lata de crema batida, de la cual parecían estar comiendo directamente por la frecuencia en la que la utilizaban.
Cuando estaba a punto de atraparlo con las manos en la masa, se encontró con esto:
La madre estaba ya completamente segura de que se trataba de alguno de sus traviesos hijos, quien con un antojo nocturno, se habría escabullido silenciosamente de su habitación pensando que su fechoría pasaría desapercibida.
Pero al entrar finalmente a la cocina, ella no vio nada a primera instancia. Y no fue hasta que escuchó de dónde provenía el sonido de la lata, que se dio cuenta que se trataba de su juguetón perrito, pues de alguna manera, se había apoderado de la crema batida y estaba disfrutando como nunca del dulce bocadillo.
Quién podría enojarse con este traviesillo
El perrito ni siquiera se inmutó ante la presencia de su dueña, quien no pudo aguantar el inevitable ataque de risa que la invadió, actuando rápidamente para capturar el jocoso momento con la cámara de su teléfono.
“Me vine directo a la cocina porque creí escuchar que Hanigan (su hijo) estaba comiéndose la crema batida y encontré esto”, comentó entre risas la dueña del perrito.
Por supuesto, después de aquella inesperada y divertida sorpresa, la dueña no pudo enfadarse con el perrito y simplemente le quitó la crema batida entre risas. Aunque sabemos que este no es un alimento saludable para ningún perro, es inevitable reírse de la increíble ocurrencia.
¡No podríamos estar más agradecidos por tenerlos en nuestras vidas!
Los perros son así, no hay nada que podamos hacer, más que tomar la situación con calma y reírnos en el camino de las hilarantes situaciones en las que su curiosidad, travesura e inocencia los meten.
Estos pequeños angelitos hacen de nuestra vida algo más interesante. ¡No dudes en adoptar!