Así como existen muchos dueños compasivos y responsables, que adoran a sus mascotas desde que llegan hasta que los dejan, lamentablemente también existen dueños que deciden abandonar a sus amigos de cuatro patas y esa fue la historia de Serenity.
Serenity es una perrita negra que fue abandonada a su suerte, fue encontrada por Justin Hanley, un residente de Philladelphia, Pennsylvania, amarrada a un barandal, con una nota a su lado y con unas rebanadas de pizza para que no pasara hambre.
La nota fue dejada debajo de un tapete, explicando que ya no podían cuidar más de ella.
«Por favor llévame a casa. Soy una perrita llamada Diamond. No podemos tenerla más en nuestro hogar. Gracias», se podía leer en la triste nota que dejaron a su lado.
Trozos de pizza fría fueron dejados junto a Serenity para que comiera durante la noche.
Justin no podía quedarse con tan adorable can y decidió comentar su situación en un grupo de Facebook llamado East Falls Rant, donde los vecinos comparten noticias del vecindario, para ayudarse cuando se puede, este caso no fue la excepción, pues diligentemente los vecinos comenzaron a trabajar para brindar su ayuda.
Varias personas recomendaron grupos de rescate para la mascota, pero fue la organización Dont Bully Us (DBU) Rescue del estado vecino de Nueva Jersey quien tomó riendas en el asunto, fue rebautizada como Serenity y le encontraron pronto un hogar temporal, donde vivió con Chris King, un militar retirado.
Chris es conocido en la organización DBU por ayudar a perros sin hogar.
En el hogar de Chris, la perrita compartió casa con otros nueve perros, siete cabras, y cinco personas incluyendo la pareja de Chris. Durante esa experiencia, la familia habló de que Serenity era una chica muy simpática que ama dormir en posiciones raras y disfruta pasar todo su día en el patio jugando con las otras mascotas de la familia.
Serenity fue posteriormente adoptada por una familia, pero eventualmente regresó al hogar de Chris cuando las cosas no funcionaron en su nuevo hogar, ahí decidieron adoptarla permanentemente y ahora siempre tendrá un lugar donde comer, dormir y correr sin tener preocupaciones.
Sana, feliz y al fin en un hogar donde se le ama incondicionalmente.
La historia de Serenity podrá ser triste pero al menos tiene un final feliz gracias a personas con un gran corazón que deciden ayudar a criaturitas indefensas de las cuales nunca hay suficientes en el mundo.
Mostrémosle al mundo lo bondadosas que pueden ser las personas, comparte esta historia para que todos vean que siempre podemos dar una mano a los animales abandonados.