La temporada de invierno es por lo general realmente dura con todos los animales y plantas, especialmente en una ciudad de Turquía como Estambul, que puede llegar a alcanzar unos -16 C° de temperatura en las temporadas más frías.
Debido a los feroces inviernos, no es raro ver en las calles a muchos gatitos y perros sin hogar buscando refugio de las letales temperaturas a las que se enfrentan. Permanecer a la intemperie en esta época del año es prácticamente una sentencia de muerte para ellos.
La ciudad de Estambul puede alcanzar temperatura realmente bajas
Afortunadamente, en esta ciudad habitan muchas personas que se preocupan por el bienestar de estas pobres criaturas abandonadas. Sin titubear, muchos están dispuestos a darles el cariño y cuidado que requieren los desamparados animales de la noble localidad.
Así, al igual que cada año, fue como sucedió con estos gatitos y perros que buscaban refugio, cualquier sitio con un techo y unas paredes los atrae siempre, lo que hace de los entornos abiertos al público sus lugares favoritos para descansar.
Las calles no son el lugar más indicado para estos pobres perritos
Sin embargo, lo que ellos no esperaban era la increíble atención que les darían en las tiendas de un centro comercial, en la que los dueños los esperaron con los brazos abiertos para protegerlos de la amenaza del invierno.
Una vez que las personas notaron la presencia de los animalitos, no tardaron mucho en conseguirles mantas y cajas de cartón para que pudieran dormir calentitos justo al frente de sus tiendas.
La atención que recibieron era todo lo que ellos habían soñado
En casos aún más nobles, como en la tienda de ropa para damas, llamada Penti, les permitieron refugiarse en el interior del local para que se sintieran más cómodos, como si se tratase de su segundo hogar. Por supuesto, ellos son muy respetuosos y dejan a los clientes hacer sus compras como de costumbre.
Los adorables perritos se sienten como en casa.
La tienda que rompió el mayor récord fue el café de un hombre llamado Selçuk Bayal, quien dejó que 12 gatitos sin hogar utilizaran su establecimiento como refugio. Poco le importó el posible descontento que pudiera levantar en algunos clientes, mientras lograra ofrecerles a los pequeñines un lugar para descansar.
Los dueños y trabajadores de estas tiendas nos recuerdan la bondad que existe en muchas personas, que sin importar qué, están dispuestas a aportar hasta el más mínimo apoyo a quienes lo necesitan.
La bondad de estas personas es admirable
La maravillosa gente de Estambul han subido el listón en cuanto a bondad y nobleza para todos los habitantes del mundo. Con algo de suerte, estos actos podrán inspirar a muchas otras personas a abrir sus puertas y sus corazones a los animales que lo necesitan cuando el clima se vuelve tan inhóspito.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que al igual que estos ilustres ciudadanos siempre estén dispuestos a hacer lo correcto por los animalitos más necesitados!