El Camp Fire del año 2018 fue por mucho el incendio forestal más destructivo que ha tenido Estados Unidos en el último siglo. Cientos de familias tuvieron que huir de sus casas y algunas otras no pudieron regresar a rescatar a sus animales.
Lamentablemente, esto fue lo que sucedió con un hermoso perrito golden retriever llamado Madison que se encontraba en casa en compañía de su hermano perruno Miguel.
En medio del caos, la madre humana de los perritos llamada Andrea Gaylord no pudo hacer más que reportarlos a las autoridades como desaparecidos y siempre mantuvo la esperanza de volverlos a ver.
Con el paso de los días, la rescatista Shayla Sullivan logró atrapar a Miguel y lo trasladó a un lugar seguro; sin embargo, Madison huía de ella cada vez que intentaba acercarse por lo que únicamente pudo dejarle comida y agua.
La rescatista visitaba incansablemente la zona del desastre en busca del perrito pero nunca tuvo éxito, así que pidió a Gaylord una prenda para colocarla sobre los restos de la propiedad para que Madison pudiera tranquilizarse con su olor hasta su regreso.
Después de un largo mes, la familia Gaylord pudo volver al lugar en donde antes se encontraba su hogar y que había sido consumido completamente por el feroz fuego. No obstante, sobre las cenizas pudieron ver un pelaje de color dorado que les devolvió la alegría y fuerza que habían perdido. Se trataba del adorable Madison que se encontraba cuidando lo que alguna vez fue su casa.
“Madison los estaba esperando allí como si estuviera protegiendo su antigua casa. Estoy llorando de felicidad. ¡Él no se rindió pese al fuego o las tormentas! Fue un mes muy largo”, escribió la rescatista.
Gaylord no podía creer que el pobre Madison había logrado sobrevivir a la catástrofe y tampoco pudo evitar llorar de felicidad.
“Su lealtad le hizo aguantar las peores circunstancias y estaba allí esperando. Fue muy emotivo”, mencionó la madre del perrito.
El inesperado reencuentro devolvió la felicidad a la familia Gaylord y también hizo que todos quienes no vieron más a sus amados animales desde el incidente, recobraran la esperanza.
“Estoy segura de que conforme más personas vuelvan a este lugar, sus animales sabrán que han regresado. Hay muchas más reuniones por delante. ¡Mantengan viva la esperanza!”, dijo la noble rescatista en aquel momento.
Las llamas de este gran incendio parecían indestructibles pero poco a poco fueron cediendo, dando a los habitantes y rescatistas un respiro. El incendio forestal de Camp Fire mató a 84 personas y destruyó Paradise, una ciudad del norte de California de 150.000 habitantes.
Esperemos que nunca más los inocentes animales tengan que separarse de sus familias por desastres así obligándolos a vivir experiencias traumáticas. No existe ninguna herida que el amor no pueda sanar.
Comparte esta emotiva historia con todos tus amigos y nunca pierdas la esperanza sin importar la situación en que te encuentres. ¡Nunca te des por vencido!