Muchos criaderos se aprovechan de las perritas para poder tener cachorros y venderlos a altos precios en el mercado; y todo esto sin cumplir las normas de seguridad e higiene que aseguran su salud. Lamentablemente, este fue el caso de Alsana.
Fue encontrada abandonada en Massachussets, Estados Unidos
Unos oficiales la encontraron sumamente herida y aterrada, así que decidieron trasladarla a un refugio. Lamentablemente, una vez que llegó allí los trabajadores del refugio sabían que se trataba de una perrita sin verdaderas posibilidades de encontrar un hogar definitivo. Alsana no podía interactuar con nadie y se paralizaba de miedo cuando cualquier persona se acercaba a ella.
“Literalmente, ella dejaba de respirar cada vez que alguien se acercaba a su jaula”.
Por suerte, Kara Pittsley y su esposo escucharon sobre la situación en la que se encontraba esta perrita y decidieron ayudarla. En el refugio les explicaron que la perrita no sería entregada a menos que las personas demostraran tener todo lo necesario para tratar con un animal tan traumatizado. De no encontrar un hogar para ella, tendrían que sacrificarla.
Parece que Alsana fue abandonada por un criador que ya no podía sacar más provecho de la perrita por su edad.
Kara y su esposo fueron a conocerla personalmente, pero la aterrada Alsana se negó por completo a mirarlos. Corrió completamente asustada y se escondió lo más lejos que pudo. Sin embargo, ellos no estaban dispuestos a rendirse, así que decidieron volver a buscarla para darle una segunda oportunidad.
En el segundo intento, la pareja acudió al refugio con un adiestrador de perros profesional.
Alsana volvió a correr frenéticamente por toda la habitación hasta que el entrenador y presidente del refugio los ayudaron a capturarla. Una vez que la tuvieron controlada le dijeron al esposo de Kara que la alzara para llevarla al auto. A pesar de lo peligroso que esto podía resultar, la pareja estaba decidida a salir con mordidas si esto era lo necesario para poder ayudar a esta perrita.
«Le dábamos comida con la mano, para que viera que no somos un peligro».
Fueron unas primeras semanas muy difíciles. Alsana no parecía salir de su estado crítico de ansiedad y además su salud estaba tan afectada que debía recibir constantemente tratamiento de Kara y su esposo.
Alsana tenía todo tipo de infecciones y le tuvieron que remover un tumor mamario.
La familia Pittsley tenía otros dos grandes perros, pero no habían dejado que se conocieran por lo enferma que se encontraba Alsana. Un par de semanas después todo parecía mejorar, así que decidieron comenzar el proceso de socialización con los otros perros. El resultado fue inesperado.
“Ellos eran como su mantita de seguridad”.
Alsana hizo una conexión instantánea con sus hermanos perros y desde entonces no se quiso despegar de ellos. Gracias a los juegos y su constante interacción con ellos, Alsana comenzó a recuperarse y a mostrar una nueva personalidad llena de brillo.
“Pasó de correr lejos de nosotros a mirarnos y acompañarnos todo el tiempo”.
La maravillosa recuperación de Alsana nos recuerda que todos los perritos merecen una segunda oportunidad y que tras una vida llena de maltratos lo que más necesitan es amor.
Te invitamos a compartir esta nota para celebrar que Alsana ha logrado encontrar una gran familia.