Un voluntario del Dream Fetchers Project Rescue llamado Allen Boartfield, recibió una llamada de emergencia que lo hizo despertar más temprano que de costumbre. Se trataba del caso de dos perritos que habían sido localizados en una esquina de la ciudad de Barstow, en California, Estados Unidos.
“Me dieron la dirección en la que se encontraban los perritos y para mí era imposible que no fuera tras ellos de inmediato”, dijo Boartfield.
Los dos pobres animales habían sido abandonados como si fueran parte de la basura
No sólo estaban desamparados, sino que los habían dejado junto a una montaña de basura, como si sus anteriores dueños pensaran que pertenecían a ella.
Por suerte, gracias a su rápida reacción, aquel hombre pudo llegar a la escena y encontrar a los perritos, a los que llamaron Treasure y Catch, en el lugar dónde habían sido localizados anteriormente. Pero por desgracia el daño ya estaba hecho para los perritos y se notaba en su comportamiento, como cuenta él.
«Ambos estaban aterrorizados, Treasure me agarró confianza rápidamente pero nunca lo logré con Catch», contó Boartfield.
Según la información que pudieron encontrar de los dueños anteriores, estos habían sido desalojados y en el proceso de empacar pusieron a los dos perritos adentro de una jaula metálica, la cual dejaron en medio de unas sábanas viejas y ropas que ya no utilizaban para que el camión de la basura pasara por ellas en la mañana.
Ambos estaban devastados por la pérdida de su familia
El pobre Catch estaba tan desesperado por proteger a su hermanita que se puso a la defensiva, incluso le dio un par de mordiscos al hombre que estaba intentando rescatarlos. Pero no había nada que pudiera acabar con la determinación de Boartfield, quién entendió desde ese momento la desesperación de los animalitos.
«Catch está tan apegado a Treasure que ni siquiera aquel enorme miedo que lo invadía lo frenó de pasar por encima de mí para colocarse en la jaula a la que se había movido su hermana», contó Boartfield.
Una vez a salvo, los perritos fueron llevados a Camino Pet Hospital, en California, para que los veterinarios los revisaran.
Hedy Herold cuenta que los perritos llegaron muy desanimados y desesperados. La pobre Treasure tenía unas marañas de pelos que le causaban dolor con cada movimiento que daba, pero aún así ella mordía a los veterinarios que le estaban intentando cortar los enredos.
Trasure no fue la más amistosa siempre
Por desgracia, los dos tuvieron que ser separados un tiempo, pues Catch tenía un terrible resfriado y debía ser puesto en cuarentena. Pero Treasure tuvo más suerte y rápidamente se ha convertido en un perrito feliz.
«Dentro de su jaula, ella llora y mueve su cola hasta que le abro la puerta, entonces se monta encima de mí y comienza a llenarme de besitos, yo la acaricio bastante antes de ir a ver a Catch», contó Boartfield.
Mientras que Treasure ya casi está del todo bien, Catch va a necesitar un poco más de tiempo para sanar sus heridas. Aunque él sigue siendo un poco tímido, como para acariciarle, es uno de los más queridos por los trabajadores y no cabe duda que ambos encontrarán una familia que los quiera en poco tiempo.
Aunque a Catch le tomará un poco más de tiempo recuperarse, lo hará sin ningún problema
Muchas personas que abandonan a sus mascotas no piensan en el daño que les causan, que además de físico puede ser psicológico; y es que rompe el corazón ver casos en los que animales que aman a sus dueños no reciben de vuelta todo ese cariño que ofrecen.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que consideren adoptar, pues estos perros merecen un hogar amoroso en el cual ser felices!