Aunque algunas veces acaben con nuestra paciencia, muchos de los animalitos que llegan a nuestros hogares buscando comida en los botes de basura simplemente no tienen otra forma de sobrevivir. Y en cierto modo es culpa nuestra; al mudarnos a los territorios en los que los animalitos vivían, su única opción es adaptarse a nosotros.
Pero por desgracia no muchas personas piensan de esa manera, más que considerar la razón por la cual los animalitos, como gatos callejeros y mapaches, llegan a buscar en nuestra basura, dichas personas prefieren castigarlos por sus inocentes travesuras o simplemente no acudir a su ayuda cuando más lo necesitan.
El pobre no se podía escapar de la inesperada trampa
Esto último fue lo que sucedió con un mapache, quien como siempre se escabulló a un vecindario para buscar alimento entre la basura; sin embargo, en el camino a su fechoría accidentalmente quedó atorado en el cobertor de un automóvil. De alguna manera, el pobre quedó parado en dos patas y con su cabeza amarrada entre la funda.
Por suerte, cerca de él se encontraban dos vecinos, un hombre llamado Matt Helmick y una mujer, quien fue la primera en ver al pobre mapache.
Al darle vuelta al cobertor, el hombre pudo ver lo terriblemente enredado que estaba el pequeño mapache
Pero Matt no dudó ni un segundo en hacer algo por ayudar a aquel desafortunado mapache. Al principio, encontró gracioso cómo parecía que el animalito se estaba escondiendo, pero al examinarlo bien notó que la liga al borde de la funda estaba enrollada alrededor de su cuello.
Con cuidado le dio la vuelta hasta que por fin pudo ver la cara del mapache, a pesar de que poco a poco respiraba menos, él seguía arisco, intentando morder y rasguñar al hombre que lo estaba ayudando.
Intentó desamarrarlo, pero finalmente tuvo que utilizar la fuerza para ayudarlo
La solución que encontró Matt fue ponerse unos guantes. Después de seguir intentando desamarrarlo él se dio cuenta que solo lograba enredarlo más. Cada segundo contaba y el pobre mapache estaba comenzando a perder el conocimiento, pues el poco aire que le quedaba en los pulmones se había acabado.
Afortunadamente otro vecino se acercó a ayudar
Así fue como Matt comenzó a utilizar una pequeña navaja que tenía a la mano; desesperado cortaba. La navaja no le ayudaba mucho en su rescate, y aunque la impotencia lo invadía, él no se daba por vencido y seguía cortando aquel protector con todas sus fuerzas.
Pero incluso al cortar el protector la liga seguía apretada alrededor de su cuello
Pero en ese momento un vecino pasaba por ahí y actuó rápidamente cortando el protector con un abre cajas hasta que finalmente el pobre animalito se liberó. Sorprendidos, los dos hombres vieron cómo el animal seguía con vida y lo menos que pudieron hacer fue ofrecerle un poco de comida mientras recobraba el aliento tras aquel encuentro cercano con la casi pérdida de su vida.
Finalmente el pequeñín era libre nuevamente
Muchas personas maltratan a los animalitos que están en busca de comida en contenedores de basura. Pero la verdad es que, aunque causen destrozos, esa es la única opción que les queda para sobrevivir, pues su hábitat se ha visto invadido por nosotros y la manera más fácil de alimentarse es de nuestros desperdicios.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que la próxima vez que vean a un mapache merodeando sus hogares, piensen primero en dejarles un poco de comida antes de causarles cualquier daño!