Tony Stevens y su esposa se encontraban en un día de descanso dedicados a pasear a sus mascotas: una terrier tibetana llamada Bramble y un ovejero inglés llamado Poppy. Todo apuntaba a que sería un día muy tranquilo para esta amorosa familia, pero un inesperado accidente hizo que Stevens pusiera en riesgo su propia vida, ya que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar a sus perros.
Tony vive con sus perros y su familia en Norfolk, al este de Inglaterra.
Mientras caminaban Tony y su esposa se dieron cuenta de que había una alcantarilla sin su respectiva tapa. De inmediato, pensaron el enorme peligro que esto podía significar, así que se detuvieron unos minutos para llamar a las autoridades competentes. Sin embargo, antes de que se dieran cuenta, uno de sus perros había caído allí.
“De pronto, Bramble pasó a mi lado y cayó en la alcantarilla. De inmediato, llamé al 999 para pedir ayuda a los bomberos. Cuando dejé de hablar por teléfono vi que Tony ya estaba bajando por el agujero”, dijo la mujer.
Tony no podía simplemente esperar mientras escuchaba que su perro estaba sumamente angustiado. Tony necesitaba asegurarse de que Bramble se encontrara a salvo, una vez que estuvo allí la alzó, pero después se dio cuenta de que la caída en el concreto había resultado tan fuerte que había fracturado su tobillo. El rescate no fue nada sencillo, la fractura de Tony requería que fuese sacado con mucha delicadeza para no empeorar su estado.
“Hacía calor y olía muy mal”.
Tony tuvo que esperar hasta más de dos horas mientras se hacían todos los preparativos para sacarlo de allí. El servicio de emergencias envió nada menos que 14 vehículos entre los que se encontraban paramédicos, bomberos, equipos de búsqueda y rescate urbano de la zona. Entre todos decidieron hacer un plan que permitiera salir a Tony lo más ileso posible.
“Los paramédicos decían que siempre aconsejaban a las personas que no se pusieran en riesgo para rescatar a sus mascotas, pero al mismo tiempo entendían que ellos también harían los mismo por sus perros”.
La traviesa Bramble estaba cubierta de residuos humanos, pero una vez que se encontró en compañía de su padre se mostró mucho más tranquila. Como parecía que no tenía ningún tipo de fractura, la sacaron primero con un arnés. Horas después lograron rescatar a Stevens atándolo a una camilla de la cual tiraron hacia arriba con ayuda de un trípode y fuertes cuerdas.
Los veterinarios no encontraron ninguna herida grave en Bramble, pero seguirá en observación por un tiempo.
Por su parte, el amoroso padre de Bramble deberá enfrentar un par de cirugías, pero no se arrepiente en absoluto de haber hecho lo que tenía que hacer para poder ayudar a su mascota.
“Tony fue el héroe del día. Logró salvar a Bramble, pero destrozó su tibia y tobillo en el proceso”.
Esperamos que este amoroso y valiente padre logre recuperarse por completo para que pueda volver a disfrutar los paseos junto a sus queridos perros.
Te invitamos a compartir esta nota para celebrar a todo el enorme equipo que participó en tan importante rescate.