Lamentablemente, cada vez se registran más casos de violencia hacia los animales. Sin importar si cuentan con un hogar o si viven en las peligrosas calles, estos indefensos seres vivos están expuestos a un sinfín de injusticias, maltratos y demás situaciones que ponen en peligro su vida. No obstante, la fuerza de los animales es inquebrantable y nos demuestran que sin importar qué pueda sucederles, siempre se esforzarán por mantenerse con vida y por sonreír a pesar de todo su sufrimiento.
Al menos, esto fue lo que sucedió recientemente con un gatito llamado Tommy que vivía en las peligrosas calles de Antelope Valley, California y todos los días acudía al patio trasero de uno de los vecinos en busca de un poco de alimento.
En una triste tarde, el gatito llegó a la casa como de costumbre, sin embargo, los propietarios quedaron más que sorprendidos al ver el mal estado del felino.
Tommy tenía graves quemaduras por todo su cuerpo. Al parecer, alguien le había arrojado ácido al pobre animal para que muriera. La familia se conmovió con su sufrimiento y lo trasladaron rápidamente a un veterinario local, sin embargo, el médico se rehusó a atenderlo debido a la complejidad de su caso y a que había dado positivo al virus de inmunodeficiencia felina.
No obstante, la familia no estaba dispuesta a rendirse y contactaron con el Santuario de Milo en busca de ayuda. Después de conocer la triste historia de Tommy, el santuario decidió brindarle toda la ayuda necesaria inmediatamente. Los veterinarios de la organización no podían creer la deplorable situación del gatito: durante seis semanas tuvieron que injertarle trozos de piel y cubrirlo de cientos de vendajes, suministrándole muchísimo medicamento hasta que finalmente comenzó a sanar.
Pese al doloroso tratamiento, Tommy se mostró relajado en todo momento y agradecido de que por fin alguien se interesara en él.
“Cuando lo traje a casa, dormí muchas noches en el baño a su lado para asegurarme de que no tuviera dolor ni miedo. Nunca dejó de ronronear y amar a las personas pese a todas sus heridas, hospitalizaciones, cirugías y el proceso de recuperación”, dijo Michele Hoffman, presidenta del Santuario de Milo.
Debido a la gravedad de su caso, Tommy se convirtió en residente permanente del santuario en donde vive felizmente rodeado de personas que lo aman, sin darse cuenta de que es diferente al resto de los gatos.
“Le encanta estar en público y reunirse con amigos. Todo mundo lo adora y el sabe cuándo se tomará una foto. Ama las hojuelas de atún y ese es el secreto de sus grandiosas fotografias, Tommy haría casi cualquier cosa por unas hojuelas de atún”, señaló Hoffman.
Las heridas de Tommy ocasionaron que perdiera uno de sus ojos, pero ni siquiera eso ha logrado detenerlo o hacerlo sentir mal y todas las personas que se acercan a conocerlo descubren que es un maravilloso felino. Afortunadamente, Tommy ha dejado atrás todo el sufrimiento y ha aprendido a disfrutar de la vida amorosa que siempre mereció.
Podemos seguir las aventuras de este gatito en su cuenta de Instagram, en la cual junto a otros animales, ayuda a crear conciencia sobre el maltrato animal. Son seres vivos y merecen una vida digna sin dolor.
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