No es secreto para nadie el hecho de que existan granjas de perros alrededor del mundo en las que explotan la vitalidad de una enorme cantidad de perritas para conseguir nuevos cachorros de raza y así poder lucrarse de ellos.
Este fue el caso de Phoenix, una pequeña Bulldog francés que fue abandonada por su dueño la noche del 17 de julio en Wildomar, California. A pesar de que fue dejada a su suerte junto a su hermanito, él no tuvo el mismo destino que Phoenix.
Cuando la encontraron, Phoenix estaba en un terrible estado de salud.
Después de que unos rescatistas la llevaran hasta el refugio más cercano que encontraron, decidieron que lo más importante que tenían que hacer en ese momento era examinarla para saber en qué estado se encontraba, y realmente se sorprendieron con los resultados.
Phoenix sólo tenía 3 años de edad, y a pesar de ser tan joven, ya no tenía pelaje, además de también presentar muchas costras en la piel, patas y dedos. A su vez, sus uñas estaban desfavorablemente crecidas, hasta el punto que se veían alrededor de sus patitas.
A pesar de todo, se notaba que aún deseaba luchar por su vida.
Por otro lado, también notaron que de ella emanaba un olor poco agradable, y al hacerle un seguimiento, descubrieron que había sido esterilizada incorrectamente con grapas en lugar de suturas, haciendo que el útero estuviera en terribles condiciones de infección.
Al notar esto, decidieron iniciar inmediatamente un tratamiento de esteroídes, antihistamínicos, antibióticos y baños medicados, con lo que la inflamación de la piel fue cediendo hasta curarse totalmente.
Su recuperación fue lenta, pero poco a poco se notaba mejor.
Por suerte, Phoenix se aferró a la vida a pesar de haber permanecido desde su nacimiento en estado de cautiverio dentro de una jaula, utilizándola simplemente para tener perritos, y evitando darle la atención y mucho menos el amor que tanto necesita un animal.
Había un gran cambio en ella, pero aún le faltaba sanar sus heridas mentales.
Después de terminar el tratamiento, decidieron que era hora de conseguirle un hogar, y así fue. Un buen día Megan Knight estaba buscando un pequeño cachorro para adoptar e integrarlo a su familia, y por suerte, notó que Phoenix era una pequeña perrita que además de tener un terrible pasado, tampoco sabía socializar y mucho menos vivir en el mundo exterior.
Todos sabían que con un poco de amor y tiempo, Phoenix sería muy feliz.
Al notar esto, Megan decidió llevarla con ella y darle el amor que tanto necesitaba, y al cabo de unos días, Phoenix comprendió que estaba en un lugar seguro donde no le harían más daño.
Megan comenzó a tener mayor cercanía con Phoenix, y decidió que era hora de olvidar el pasado y entrenarla como lo haría con cualquier otro perro. Increíblemente, Phoenix demostró su gran capacidad de comprender las voces de mando, adaptándose así por completo a ser una mascota de hogar y olvidando todo lo que le había sucedido.
Actualmente Phoenix está en un hogar donde la valoran por quien es.
Finalmente, después de tres meses, Megan logró que Phoenix se convirtiera en una perrita segura de sí misma, dispuesta a conocer a todos los que la rodeaban y brindarles el mismo afecto que le brindan a ella.
¡Te invitamos a compartir esta historia para motivar a otras personas a ayudar a perritos como Phoenix, quienes a pesar de tener un terrible pasado, pueden ser grandes compañeros de vida!