Esta es la historia de Pam, una corderita que fue abandonada a una muy corta edad por el simple hecho de que no podía caminar. Aun así, la fuerte convicción de la pequeñita no le iba permitir rendirse en ningún momento.
Pero para lograr su cometido de llevar una vida normal iba a necesitar de mucha ayuda y trabajo; por suerte, los rescatistas del Santuario Igualdad se enteraron de su caso y decidieron aceptar el reto de ayudar a la bebé a aprender a caminar.
Recién llegada, Pam no tenía ni idea que volvería a caminar, pero se notaba en su mirada que ya estaba mucho más feliz.
Ellos cuentan que un futuro muy gris le esperaba a la pobre Palm, pues sin poder moverse era muy difícil que lograría sobrevivir en el frío invierno que afecta al sur de Chile en esa época del año. Su mayor motivación era hacer el sueño de esta corderita realidad: poder moverse por sí misma.
Desde el primer día en el Santuario Igualdad la corderita ha hecho su mejor esfuerzo por mejorar, obedientemente pasando por todos los exámenes físicos, fisioterapias y ejercicios que le ayudarán a recuperarse en el futuro.
Pam ha crecido mucho desde que la rescataron.
Cada día damos un pequeño paso para alcanzar su recuperación, tenemos mucha fe en su caso y ella ya ha comenzado a mostrar mejora, cuentan los encargados de Pam. La pequeña ya puede dar pasos por sí sola pero aún necesita fortalecer sus patitas, así que la gente del santuario le consiguió acomodar una silla de ruedas para que pudiera andar con más facilidad por todo el santuario.
Su silla de ruedas le ha dado más confianza y ahora se le ve incluso con más ánimo que antes, dando botes hacia adelante junto a sus cuidadores.
Pam y Alelí son las más tiernas amigas.
En su camino a la recuperación también logró conocer a una ovejita, que al igual que Pam, había nacido sin poder caminar. La ovejita, llamada Alelí, es un ejemplo de lo que la corderita puede lograr en el futuro, pues, tras mucho trabajo de recuperación, el equipo del santuario logró ponerla a caminar.
Desde el día en que se conocieron Pam y Alelí han sido amigas inseparables, ella la incentiva a mejorar cada día y su trabajo como acompañante está surtiendo sus frutos pues se les han visto jugar y hasta correr a la corderita, siempre junto a la ovejita.
En los primeros días de Pam, no solo nosotros pusimos todo nuestro corazón para salvar su vida, sino también ustedes, quienes nos apoyaron en el desafío de comprarle una sillita de ruedas.Hoy el desafío es más grande y Pam nos necesita a tod@s! ?❤️ Ayuda a Pam →https://www.santuarioigualdad.org/navidad-hagamos-sus-suenos-realidad/#NavidadHagamosSusSueñosRealidad
Publiée par Santuario Igualdad sur Jeudi 21 décembre 2017
Poco a poco Pam se está integrando a las demás integrantes del refugio y se espera que dentro de poco la pequeña logré caminar sin la ayuda del personal, justo como lo logró Alelí.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que se inspiren con la valentía de esta corderita quien no se dio por vencida en ningún momento!