Cheddar es uno de esos perros que tuvo la mala suerte de que después de haber estado con la misma familia durante toda su vida, tuvo que despedirse de ellos después de 8 años debido a que a uno de sus padres le diagnosticaron cáncer y no tenían ni el tiempo ni los recursos para seguir teniéndolo con ellos.
Por suerte, en lugar de abandonarlo lo llevaron a un refugio de animales donde esperaron que él corriera con la suerte de conseguir otra familia amorosa que pudiera hacer feliz, y así fue.
Estaban felices de tenerlo a su lado y brindarle todo el amor que necesitaba.
Justo en el momento en el que Shelley Vassal lo vio en el refugio se enamoró de él, y desde el momento en el que Cheddar llegó a su nuevo hogar les hizo darse cuenta que estaba completamente agradecido con ellos por haberlo adoptado, y poder ser parte de la familia de Shelley donde le daban toda la atención y cariño que él tanto necesitaba.
Adoran hacerle cariños y jugar con él 🙂
Shelley ha comentado muchas veces que Cheddar es un retriever que no puede estar solo, y a su vez desea una gran cantidad de atención, a tal punto que una vez comienzas a acariciarlo él no dejará que dejes de hacerlo y es justo lo que ella quería en su hogar.
Cheddar es un perrito muy amable que ama a todas las personas que conoce, y aunque usualmente no suele tener un favorito, después de haber conocido a una vecina que tienen los Vassal, esto cambió.
Jean se ha convertido en la tía de Cheddar, y adoran estar juntos.
Un buen día en el que él y Shelley fueron a caminar después de haber sido adoptado, se encontraron a una pareja mayor sentados en el jardín delantero y se detuvieron a conversar con ellos. En este momento Cheddar le tomó un aprecio inmediato a su vecina Jean, y desde entonces ha ido a visitarla todos los días.
Suele pararse frente a su puerta y ladrar hasta que le abra.
Al ver cómo Cheddar se relacionó con Jean y debido a que viven a la vuelta de la esquina, Shelley ha tratado de llevarlo a su casa todos los días para que pueda compartir con ella. Sin embargo, también existen días en las que Cheddar se escapa de casa y va por su cuenta a visitarla. Por suerte, Jean se lo ha tomado muy bien y ha decidido consentirlo cada vez que lo ve con galletas.
¡A Jean le encanta la compañía de Cheddar también!
Cuando Cheddar ve a Jean, su reacción es una que no tiene con absolutamente nadie más, y todo lo que quiere es estar con ella. Durante el invierno van a visitarla y pasan el tiempo dentro de su casa, donde Cheddar puede sentarse a su lado y ser acariciado por ella, mientras que en los otros climas suele rodar por el jardín y jugar con ella, esperando que le de toda su atención.
¡Son los mejores amigos!
Esta es una relación que nadie logra comprender, pero todos saben que no hay nadie en el mundo que pueda proporcionarle tanta alegría a Cheddar como lo hace Jean, así que cada vez que están juntos dejan a Cheddar pasar tanto tiempo con ella como sea posible.
En este vídeo puedes ver la reacción de Cheddar al visitar a Jean
Actualmente el adorable Cheddar tiene 11 años y sigue teniendo la energía de un cachorro, esperando además amar y ser amado tanto como sea posible por su increíble familia y Jean, su tía favorita.
Te invitamos a compartir la historia de Cheddar con otras personas para hacerles ver lo mucho que puede amar un perrito a alguien, incluso cuando no es su propio dueño.