Alison Forsyth, una joven de la ciudad de Seattle, estuvo buscando por mucho tiempo un perro rescatado de la raza Samoyedo para adoptar, convencida de que era la mejor raza para acompañarla su estilo de vida, pues son hipoalergénicos (debido a que su novio es alérgico a los perros) y suelen ser muy activos y alegres, la compañía ideal para sus carreras y caminatas.
Este era su sueño, pero jamás pudo encontrar ni un índice de posibilidad, hasta que finalmente consiguió a Mochi.
¡Mochi es un hermoso perro samoyedo de tan sólo 8 meses!
Mochi fue criado para ser un perro de servicio y rescate para su antiguo dueño, un anciano que necesitaba de apoyo constante. Sin embargo, después de un par de meses a su lado se dio cuenta que Mochi era demasiado enérgico para cuidarlo, y jamás podría ayudarle como lo necesitaba.
Es por esto que decidió ponerla en adopción a través de Internet, y fue justo donde Alison le encontró y supo que era lo que tanto estaba buscando.
¡Miren lo hermoso que es su pelaje!
Antes de decidir adoptar a Mochi, Alison decidió que lo indicado era realizar las preguntas necesarias sobre su movimiento y estilo de vida, además de revisar que todos sus documentos estuvieran en regla. Fue así como supieron de Mochi el miércoles, lo conocieron el viernes y lo llevaron a casa el domingo.
En este vídeo puedes ver la primera vez que conocieron a Mochi
Desde el primer momento en el que Alison conoció a Mochi, supo que era un perro extremadamente atento, sensible y gentil que estaría feliz por estar rodeado de otras personas y perros; y aunque no pasaba mucho tiempo afuera, disfrutaría del mundo exterior.
Mochi fue criado en un pequeño apartamento en una ciudad muy pequeña, pero ahora vive con Alison y su novio en la ciudad, y aunque todavía le asusta un poco tanto movimiento, suele alegrarse de poder compartir actividades más movidas.
Mochi es muy feliz con su nueva familia 🙂
Los nuevos padres de Mochi saben que es perro muy activo, pero él simplemente no había tenido la oportunidad de salir mucho y disfrutar del exterior, es por ello que decidieron llevarlo a su primera caminata a Rattlesnake Ledge, a unos 45 minutos de Seattle, y desde el momento en que llegaron, Mochi estaba completamente emocionado.
Salen a pasear cada vez que tienen oportunidad, y nadie puede parar de ver a Mochi
Mientras recorrían la montaña, Mochi no dejaba de saludar a todo el que se le acercaba con una enorme sonrisa, y exploraba cada pequeño centímetro del lugar. Mochi jamás había tenido la oportunidad de ver realmente el mundo, y claramente estaba amando cada minuto.
¡Qué bonita sonrisa!
Por suerte, si bien es cierto que Mochi aún debe adaptarse a varios aspectos de su nueva vida, también lo es el hecho de que le encantan las nuevas aventuras que está viviendo con sus padres y le espera un hermoso futuro con ellos donde podrá caminar, correr y nadar tanto como quiera.
¡Te invitamos a compartir la historia de Mochi con otras personas para que pueda alegrarles el día con su hermosa sonrisa!